El rey Alberto designa a otro árbitro político en Bélgica
Alberto II, el rey de los belgas, dio ayer un golpe en la mesa y reclamó al primer ministro en funciones, Yves Leterme, que presente un presupuesto para 2011 y tome las medidas pertinentes para velar por el bienestar popular. Para salir de la empantanada crisis institucional, el soberano jugó la que parece una última carta: encargó al viceprimer ministro y líder liberal saliente, Didier Reynders, que tantee un hipotético acuerdo entre flamencos y valones. Reynders tiene hasta el próximo día 16.
Mientras el Gobierno en funciones trabaja en las medidas con que el país debe responder pronto a las exigencias europeas de control presupuestario y reformas estructurales para los años venideros, el liberal francófono Reynders debe buscar una solución a la crisis política. Su irrupción en escena da un giro sustancial a la situación. Los liberales han estado ausentes hasta ahora de las negociaciones que siguieron a las elecciones de junio.
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