China brinda con Madrid por el Año Nuevo: 'Campei!'

China se para hoy, pero muchos de los 50.000 chinos que viven en Madrid trabajarán hasta última hora. Mientras millones de personas se agolpan en estaciones de tren del país asiático para regresar a sus pueblos y ciudades de origen y celebrar el Año Nuevo con sus familias, aquí los viajes serán de unos pocos kilómetros o de metros, los que separen el negocio de la casa o el restaurante chino del barrio donde se reunirán para cenar. Hoy termina el año del tigre y empieza el del conejo en el calendario chino. "En China sólo trabajarán algunos guardias; para mucha gente es la única oportunidad del año de ver a sus familiares: hijos, padres, madres, abuelos...", decía ayer Cheng Li, vicepresidente de la Asociación de Chinos en España, que ultimaba la llamada Fiesta de la Primavera que se celebrará a este lado del globo y que unirá en un brindis a Madrid y a China: "Campei!".

Se espera que 10.000 personas, chinas y de otras nacionalidades, acudan hoy por la mañana al ya tradicional y colorido desfile que saldrá de la puerta del Sol y acabará en la plaza de España: "Es una oportunidad para nosotros de mostrar las diferentes culturas que hay en nuestro país", explica Cheng, que asegura que hay hasta 30 grupos distintos que llevarán trajes típicos y atuendos de diferentes regiones. Todo un mosaico cultural variado, nada raro si se tiene en cuenta que China tiene una extensión de casi diez millones de kilómetros cuadrados.

Son ya más de 10 años celebrando esta festividad en Madrid. En esta ocasión las actividades y festejos las han coordinado íntegramente desde los colectivos y las asociaciones chinas, lo que pone de relieve el dominio de la situación que ya tienen los inmigrantes asiáticos a la hora de pedir permisos y organizar saraos en la ciudad. La Casa de Asia, el Ayuntamiento de Madrid o la embajada de China acudirán al desfile en calidad de invitados, no de organizadores, y para apoyar este tipo de iniciativas.

Más allá de que las calles de la capital se llenen de coloridos dragones y leones durante unas horas, la celebración que vivirán la inmensa mayoría de los chinos de la región se concentrará en una copiosa cena familiar en la que no faltarán las típicas empanadillas rellenas de carne o verduras llamadas jiao zhi, "además de carnes, pescados y mariscos y un dulce parecido al turrón llamado nian gao", asegura Cheng, que tendrá una gran cena con sus padres, su mujer y sus hijos una vez más: "Nosotros celebramos todo, la Navidad, nos comemos las uvas y nos hacemos regalos por Reyes". La mayor parte de ellos han adoptado las fiestas españolas debido a que ya hay segundas y terceras generaciones de chinos nacidos en España. Pero todos preparan el "sobre rojo" para estas fechas, que equivale al aguinaldo y que aquí reciben normalmente los hijos de sus padres, y en China, los padres de sus hijos, que son los que suelen trabajar fuera.

Los chinos de Madrid viven en red, interconectados barrio a barrio: el que no es familiar es amigo y, el que no, conocido. Desde sus muchos negocios sienten la crisis: "La cosa está bajando día a día", dice un divertido y confiado You Jun Ye, de 43 años, que lleva 20 en España. "Antes de tener esta tienda, trabajé en un taller de confección y en un restaurante", explica resumiendo un poco el patrón que han seguido la mayor parte de los ciudadanos chinos que se han instalado en Madrid en las dos últimas décadas.

Pero con o sin crisis la fiesta no ha hecho más que empezar y no acabará hasta el próximo 19 de febrero, cuando se celebrará el gran evento de clausura de esta Fiesta de la Primavera en el calendario lunar chino. Será en le Palacio de los Deportes de Madrid y congregará a miles de ciudadanos chinos y de artistas del país asiático que vendrán invitados para la ocasión. Habrá premios, concursos y tómbolas en las que se repartirán premios de hasta 30.000 euros, viajes, ordenadores... Busque su papeleta en comercios y locales de chinos.