Así se cocina un éxito 'Disney'
Ocho años y 189 millones de euros ha costado 'Enredados', la 50ª película de animación de la productora - La revisión del mito de Rapunzel llega a España
"Esta es la historia de cómo morí", cuenta el ladrón Flynn Ryder al comienzo de la película. Pero también es la historia de una chica con 21 metros de pelo encerrada en una torre. Y uno de los cuentos más famosos de los hermanos Grimm, Rapunzel. Es además la historia de la 50ª película de animación de Disney, una de las más caras de todos los tiempos, con más de 260 millones de dólares (189 millones de euros), según Los Angeles Times, cifra que Disney no confirma. Con muchas canciones y unas pinceladas de amor y humor en 3D se obtiene Enredados que se estrena este próximo viernes en España. Tangled (título original) lleva ya tres meses en las salas de EE UU. Fue el filme más visto del país en la segunda semana de diciembre y ha recaudado más de 323 millones de euros en todo el mundo.
Según 'Los Angeles Times', es el largo de animación más caro de la historia
"Con el ordenador pierdes la seducción del lápiz", explica el diseñador Keane
El prólogo es típico de los cuentos. Rapunzel, hija de unos reyes, es una niña especial: su pelo rubio, además de ser muy largo, rejuvenece a quien lo toque. Por esto la anciana y malvada Gothel rapta a la cría y la encierra en una torre, haciéndole creer que ella es su madre y que no puede salir de su cárcel dorada porque el mundo exterior es peligroso.
La llegada casual de Flynn a la torre y las ganas de Rapunzel de ver el mundo ponen en marcha una serie de aventuras cuya realización costó ocho años de trabajo. O tal vez más. "Empecé a pensar en una película sobre Rapunzel en 1996, mientras dibujaba Tarzán", cuenta Glen Keane, toda una institución en el mundo de los filmes de animación. Keane es el creador de personajes como la Sirenita, la Bestia, Aladino, Tarzán y Pocahontas. Pero Rapunzel es el que más le representa, "quizás porque tras 36 años con Disney en parte me siento encerrado como ella". Por cierto, Tarzán es su mejor personaje, "por la anatomía realista", y Aladino el peor: "Le falta algo, aunque no sé qué".
Keane dirigió Enredados hasta 2008, cuando un infarto le obligó a limitarse a la animación. El productor John Lasseter pasó el relevo a Nathan Greno y Bryan Howard, casi debutantes. "No sabíamos que era el 50º filme de animación de Disney. A los seis meses nos llama John. ¡Sorpresa! Es la número 50. Pensé: 'Genial, más presión'. Aunque al final lo pasamos muy bien", explica Greno.
Ordenador o lápiz. Fue el principal dilema de Enredados. "Me imaginaba la película diseñada a mano", recuerda Keane. Pero Disney le pidió que mezclara lo mejor de los dos mundos. "Acepté el desafío". Tras la cortina de la oficialidad, se intuye sin embargo la melancolía de un fanático del diseño a mano: "El ordenador te permite representar al personaje en tres dimensiones. Aunque pierdes la seducción del lápiz".
Una de las razones del uso de la tecnología fue "el pelo de Rapunzel", explica Jesús Canal, el español supervisor de la animación digital. Tuvieron que crear un software específico: "Había que animar 100.000 pelos, a mano hubiera sido complejo". Debe de saberlo bien la modelo de pelo largo que contrataron. "Tuvo que hacer de todo: correr, saltar, ponerse ante un ventilador gigante", recuerda Canal. Otro aspecto central fueron sus grandes ojos verdes. "Es el elemento principal de un personaje. Si cometes un error, no lo hagas con los ojos", dice Keane. Espera que Enredados sea el primero de una larga serie de filmes: "Los cuentos tienen raíces de cientos de años. Son las historias en que Disney debería basar su futuro".
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