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Reportaje:

El crimen del olivar queda en familia

Detenidos la hija y el yerno del asesinado cuando cogía aceitunas en Lleida

Murió a traición, golpeado en la cabeza con una barra de hierro. Esteve Muret, de 84 años y vecino de Torrente de Cinca (Huesca), había ido a pasar una plácida jornada en Massalcoreig (Segrià) para recoger aceitunas con su hija y su yerno. Tras varear los olivos y cortar algunas ramas, Esteve se sentó en una silla de cámping y empezó a desgranar olivas. Fue entonces cuando recibió un golpe brutal por la espalda. Su cuerpo fue arrastrado unos 30 metros hasta una arqueta de riego, quizá para intentar simular un accidente. Su yerno explicó a la policía que había ido al molino, a llevar la primera parte de la cosecha. Era el 5 de diciembre de 2010 y las explicaciones que dio su hija a los investigadores tampoco resultaron convincentes.

Las indagaciones se centraron en la pareja tras descartarse el robo como móvil

La pareja ha sido ahora detenida, casi dos meses después del crimen, en un apartamento de La Pineda (Tarragonès) propiedad del fallecido. Los Mossos d'Esquadra les consideran los presuntos autores de la muerte de Muret, aunque el cuerpo policial no ha facilitado ningún dato más sobre el caso, aún bajo secreto de sumario. Los Mossos confirmaron ayer que la pareja fue arrestada el miércoles y que se encuentran en dependencias policiales de Lleida a la espera de pasar a disposición judicial.

La detención de los presuntos homicidas de Muret ha causado estupor tanto en Massalcoreig como en Torrente de Cinca, donde la víctima era muy apreciada. "Nos ha sorprendido y no encontramos una explicación. Se trataba de una familia muy unida y las relaciones con los vecinos también eran muy buenas", manifestó el alcalde de Massalcoreig, Fernando Bieto.

Los investigadores han tardado casi dos meses en resolver el caso a pesar de haber encontrado en el lugar del crimen indicios y rastros biológicos que apuntaban directamente a los detenidos. Una vez descartado el robo como móvil, las indagaciones se centraron en ellos.

La autopsia confirmó que Muret fue atacado sin que tuviera ninguna posibilidad de defenderse. El arma homicida podría ser una barra de hierro encontrada en el lugar de los hechos, cerca de una masía situada a unos dos kilómetros del casco urbano de Massalcoreig.

El matrimonio ahora detenido fue interrogado al menos en dos ocasiones por la policía y, según fuentes de la investigación, incurrieron en varias contradicciones al tratar de justificar sus últimos movimientos antes de descubrir el cadáver de Muret en el interior de una arqueta de riego de la misma finca. El cuerpo había sido arrastrado unos 30 metros, posiblemente para simular una caída accidental en la mencionada arqueta de riego.

La autopsia determinó que Muret falleció sobre las cinco de la tarde del 5 de diciembre a causa de los golpes recibidos en la cabeza. Cuando fue atacado, el hombre estaba sentado en una silla y desgranando las aceitunas de unas ramas de olivo que el yerno había cortado con anterioridad. En la pared de la casa quedaron restos de sangre. El yerno declaró que después de comer transportó al molino las olivas recolectadas ese día y que cuando regresó ya no encontró al anciano donde lo había dejado trabajando. El resto de su historia la deberá explicar ahora ante el juez.

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