El PSOE rechaza indignado que el PP le relacione con la agresión

De poco les ha servido al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, mostrar su solidaridad al líder del PP, Mariano Rajoy, y al presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, por la agresión brutal al consejero de Cultura del Gobierno autónomo, Pedro Alberto Cruz. Rajoy ha pedido la dimisión del delegado del Gobierno en esa región, Rafael González Tovar, por no estar "a la altura de las circunstancias". También lo pidió Esperanza Aguirre, la presidenta de Madrid. Desde el PSOE se rechaza con contundencia las acusaciones implícitas del PP. "No vamos a tolerar ninguna insinuación contra el PSOE sobre actos violentos; no lo toleramos en Murcia ni en ninguna parte", sentenció en tono indignado el secretario de Organización de los socialistas, Marcelino Iglesias.

Rubalcaba tendrá que responder hoy en el Senado a las preguntas del PP

Lo cierto es que Rubalcaba tendrá que responder hoy a preguntas del PP en el Senado por esos sucesos y se pide su comparecencia en el Congreso. Dirigentes del PP de toda España imputan indirectamente al Gobierno de España y al PSOE de Murcia alguna culpa por haber participado en el clima de protesta social que vive Murcia desde las Navidades. "La campaña contra el Gobierno de Murcia, con manifestaciones frente a la casa del presidente de la región y con insultos a él, a su hija y a su familia empezaron el 22 de diciembre", acusó Rajoy en una entrevista en Radio Nacional. Ya en esos días, el líder del PP consideró grave que no hubiera una mayor protección para los miembros del Gobierno de murciano.

Los duros recortes a los funcionarios hechos por el Ejecutivo regional han desatado una oleada de manifestaciones. El PP asegura que la candidata del PSOE de Murcia, Begoña García Retegui, ha participado en esas manifestaciones. "No sé si ha estado o no, pero los socialistas tenemos todo el derecho a manifestarnos pacíficamente como cualquier otro ciudadano", respondió ayer Iglesias.

La propia candidata socialista insiste en que no estuvo en la manifestación en la que se tiraron huevos ni en ninguna otra, y que ese día simplemente estaba en la zona para acudir a un acto con dirigentes del PP que fue suspendido por la protesta y se limitó a saludar a los líderes sindicales, sin manifestarse ni mucho menos avalar el lanzamiento de huevos contra la casa de Valcárcel.

En las últimas horas, el cruce de reproches se ha intensificado. Los socialistas José Blanco, Elena Valenciano y Antonio Hernando se han mostrado escandalizados por las insinuaciones del PP, en tanto que los populares no se han arredrado y les han culpado de crear un caldo de cultivo violento. "Los socialistas han sobrepasado líneas rojas que no se pueden cruzar en política", dijo la número dos del PP, Dolores de Cospedal.