Rafael Cáceres ha dimitido como arquitecto del Born
Las obras siguen en manos de su socio en el proyecto, Enric Sòria
Presentó su carta de dimisión el pasado verano, pero hasta ahora no ha trascendido. Rafael Cáceres, uno de los dos arquitectos encargados de la rehabilitación como nuevo centro cultural del antiguo mercado del Born, ha dimitido "por razones técnicas, no políticas", según admitió ayer. Aunque muy reacio a comentar sus razones -"es algo que tiene que explicar el cliente, que es el Instituto de Cultura de Barcelona [Icub]", señaló ayer- su renuncia tras 12 años de proyectos frustrados trascendió ayer en la convocatoria de una rueda de prensa de la plataforma El torn del Born, una asociación que pretende volver a cambiar el proyecto y tapar casi por completo las ruinas de la ciudad destruida en 1714.
Las rehabilitación del edificio está en marcha y se espera que abra en 2012
Un sorprendido Cáceres, que se distancia de esta propuesta y de sus promotores, reconoció ayer que su dimisión se debe a que no considera adecuadas una parte de las soluciones que se han exigido al proyecto, ya que a su juicio se ha roto "el equilibrio entre las ruinas y el edificio de Fontseré". En su opinión, la restauración que se está realizando "es impecable" pero en lo que respecta al proyecto interior la solución escogida "no me parece la correcta". "No es nada tan extraño que dimita un arquitecto; llevo un año defendiendo mis tesis, las he explicado pero no he convencido y he considerado mejor irme porque no estaba de acuerdo con una parte de lo que se hacía".
Fuentes del Icub reconocieron ayer que el proyecto básico de la intervención lo firmaron los dos arquitectos, Enric Sòria y Rafael Cáceres, pero el proyecto ejecutivo que se aprobará este miércoles en la comisión de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona solo llevará la firma de Sòria, que se mantiene ahora al frente como único arquitecto responsable. Las obras continuarán su ritmo actual y se espera que a finales de 2012 el Nou Born pueda abrir finalmente sus puertas al público como centro polivalente dedicado tanto al estudio de la historia del yacimiento como a todo tipo de actividades culturales y de ocio del barrio. Habrá costado 61 millones de euros.
La renuncia de Cáceres es un nuevo episodio en la accidentada historia reciente de este edificio. Junto a Sòria ganó en 1998 el concurso para transformar el edificio en la Biblioteca Pública del Estado en Barcelona. La envergadura de los restos que, aunque conocidos, aparecieron en las excavaciones previas causó la paralización del proyecto, ya que se decidió conservar las ruinas. En 2002 se les encargó un nuevo proyecto para transformar el edificio ahora en un centro histórico y cultural. Surgieron nuevos problemas al comprobarse que el viejo mercado estaba en peores condiciones de conservación de lo que se pensaba, por lo que se han tenido que sustituir muchos elementos en una reforma que finalizará a principios de 2012.
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