¿El principio del final de ETA?

"ETA no tiene puerta de atrás, solo tiene la puerta grande para salir en hombros, como en las tardes de éxito taurino". Esta frase me la repitió muchas veces Mario Onaindia, inolvidable compañero de escaño en el Senado, durante la legislatura 1993-1996. "ETA no tiene una salida, ni la tendrá nunca para una vuelta atrás". Mario era contundente en sus afirmaciones y opiniones, con un convencimiento tal que no te dejaba lugar a dudas. Era un hombre sabio que en muy pocos años, 10 seguramente, de 1970 a 1980, aprendió sobre el entramado histórico, social, político, e ideológico vasco, lo que los demás hemos tardado 50.

Sí, porque no es frecuente preguntarse: ¿por qué mata y ha matado ETA? La respuesta es bastante elemental: por la independencia de Euskadi. Dando por supuesto que existe una nación, que así se llama, desde una lejanía de siglos, desde los confines de la historia. Mario, cuando recibió el Premio López de la Calle, recalcó: "Lo importante y lo sagrado son las personas, las ideas siempre deben estar al servicio de las personas y no al revés". Y añadió: "La nación no es una etnia que exista antes de la política, como piensan los nacionalismos, la nación son los ciudadanos con leyes que les permiten serlo".

¿Estamos hoy en el principio del final de ETA? Entonces, ¿van a responder de sus asesinatos? No, no lo van a hacer. Han matado en nombre de una Razón Superior, así, con mayúsculas: la patria vasca. Por eso se llaman abertzales, patriotas. No se arrepentirán de nada. No hay camino de vuelta. Les asiste la Razón Superior: soy el que soy. ¿Y las 800 víctimas? Estaban ahí. Cuando delante del juez Garzón encuentran el hueco donde está el zulo y aparece Ortega Lara, dice el juez al verdugo: "¿y este quién es?". "Ah, ese", le responden. Es decir el untermenschen hitleriano, el infrahombre. No, no sienten piedad, actúan por la Razón Superior que todo lo justifica.

El nacionalismo radical se encuentra ahora en el dilema de darle el portazo a ETA. Pero como dice Patxo Unzueta, en el epílogo de Historia de ETA (A. Elorza y otros. Ed. Temas de Hoy. Madrid, 2006): "ETA sin Batasuna ya no será ETA. Ni Batasuna sin ETA". Todavía tienen que inventar la puerta de atrás.