Falta Antonio Beristain
En el interesante reportaje de Juan G. Bedoya Investigar o someterse (4-1-11) se propone una serie de nombres de sacerdotes que "han pagado por la osadía de ser libres". Echo a faltar en ella el de Antonio Beristain, s.j., de cuyo fallecimiento en San Sebastián se cumplió un año hace pocos días. En una época en que la Iglesia vasca, sin distinciones jerárquicas, mantenía una actitud de comprensión o en algunos casos complicidad con ETA y guardaba su beligerancia para las víctimas no nacionalistas, el padre Beristain fue de los poquísimos que denunciaron esta innoble postura, apoyando con su presencia y su esfuerzo todos los movimientos cívicos contra el terrorismo y sus beneficiarios políticos. No solo no fue respaldado por los superiores de su orden, sino que fue reprendido y sancionado. Quienes hoy honramos su memoria le recordamos como uno de los bienaventurados del sermón, pues sufrió persecución por causa de la justicia.
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