Deserciones en el grupo de los alcaldes

Francisco Álvarez-Cascos no contará en su nuevo proyecto con el respaldo de todos los alcaldes y juntas locales del PP que hasta ahora animaban sus aspiraciones a encabezar la candidatura de los populares a la presidencia del Principado. Algunos de ellos ya han anunciado que se quedarán en el PP y que acatan el veto de la dirección nacional a Cascos como candidato electoral aunque no lo compartan. En similares términos se expresó el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, uno de los dirigentes autonómicos del PP que habían apoyado a Cascos pero que ayer reiteró su plena lealtad al PP y el acatamiento de sus decisiones.

La respuesta más dura a las declaraciones de Álvarez-Cascos ayer en Oviedo procedió de la dirección del PP asturiano, mientras que el PP nacional guardó silencio. El PP de Asturias sostuvo que Cascos debería haber sido "expulsado" del partido por sus "múltiples insultos y descalificaciones" a dirigentes locales y regionales y que si la dirección nacional no lo hizo fue porque se trataba de un ex secretario general.

Así pues, la guerra parece abierta entre el PP y Cascos a cuatro meses de los comicios autonómicos. En esta hostilidad han empezado a producirse los primeros movimientos.

Antes de que Álvarez-Cascos oficializase en Oviedo su decisión de continuar en el empeño de volver a la política activa -ahora, al margen del PP- y encabezar un nuevo partido, al menos 4 de los 10 alcaldes que lo jaleaban como candidato ya anunciaron que no lo seguirán en la aventura y que no abandonarán el PP. Se trata de los regidores de Gozón, Grado, Peñamellera Baja y Yernes y Tameza. La alcaldesa de San Tirso de Abres fue menos explícita, pero aseguró que, como afiliada, respeta la decisión de la dirección nacional. Los otros cinco regidores no se han pronunciado. El PP solo tiene 12 alcaldes en una región de 78 Ayuntamientos. Los otros dos regidores populares (el de Oviedo y el de Llanera, que le es afín) estuvieron en la vanguardia del rechazo a Cascos.

Las deserciones no se limitan a los alcaldes. Una de las juntas locales más importantes que lo apoyaban (la de Castrillón, el octavo municipio de Asturias) también se desmarcó: "Los posibles proyectos políticos personales, por muy legítimos que sean, no conseguirán más que la división del voto de centro-derecha y, en definitiva, beneficiar al PSOE y a nuestros adversarios políticos", señaló su presidente, Jesús Pablo González-Nuevo Quiñones.

Por el contrario, algunos miembros de la plataforma de respaldo a Cascos sí anunciaron su disposición a causar baja en el PP, y en las redes sociales de apoyo al ex ministro, como la que administra la alcaldesa de Peñamellera Alta, algunos simpatizantes de Cascos le animan a crear un nuevo partido.

Queda por saber la actitud que adoptarán los pocos diputados autonómicos que le venían prestando apoyo, varios de los cuales fueron antagonistas de Cascos en el pasado.

La teniente de alcalde de Oviedo y candidata del PP a la presidencia del Principado, Isabel Pérez-Espinosa, que el día 30 aún confiaba en tener el apoyo de Cascos para desplazar a los socialistas del Gobierno asturiano, aseguró ayer, ante la posible concurrencia de Cascos a los comicios de mayo al frente de otra candidatura, que "si hace falta redoblar esfuerzos, se redoblan; este es el compromiso que hemos asumido". Horas antes de que Cascos oficializase su nuevo proyecto, Pérez-Espinosa lanzó una advertencia con voluntad disuasoria al ex ministro: "Sin las siglas del partido yo no soy nada y ningún nombre sin ellas tampoco lo es, y esto también me lo enseñó él", dijo en referencia a Álvarez-Cascos.

El ex portavoz parlamentario del PP Juan Morales, que liderará en mayo la candidatura de una nueva formación, Independientes de Asturias (Ideas), ofreció a Cascos unir sus proyectos.