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Columna
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Castedo planta cara al Consell

Sonia Castedo no ha tenido más remedio que sumarse a la propuesta de la oposición y exigir al Consell que construya un nuevo conservatorio de música en la ciudad. La moción se producía horas después de que las Cortes valencianas rechazaran edificar un nuevo centro para sustituir al actual, que se encuentra muy deteriorado. Días atrás, el cielo raso del edificio se vino abajo y los alumnos salieron a la calle para protestar. Como la manifestación resultó muy llamativa -los músicos aman el espectáculo-, el suceso tuvo una amplia difusión en la ciudad. Preguntarnos los motivos de las Cortes para desechar la construcción del conservatorio está de más, dada la situación económica de la Generalitat. Sin olvidar que un centro de educación jamás ha sido un asunto urgente para el Gobierno valenciano, como hemos tenido ocasión de comprobar.

La reacción de Castedo ha sido muy bien valorada por la prensa, que suele apreciar estos gestos de energía. En algún caso, se ha llegado a titular que Castedo plantaba cara al Consell. La frase puede haber servido para levantar el decaído ánimo del alicantino y, de paso, proporcionar a la alcaldesa algunos puntos en la estima popular. No es la primera vez, sin embargo, que Sonia Castedo planta cara al Consell. Hace ahora justamente un año, en diciembre de 2009, la alcaldesa declaraba a los periodistas: "Quiero para ya, en 2010, la Ciudad de la Justicia, porque nosotros ya hemos cumplido y urbanizado esa parcela, y ahora le toca al Consell ejecutar la obra y no voy a esperar más y tampoco voy a esperar más por la Entrada Sur. Por encima de quien sea, voy a defender los intereses de los alicantinos." Ha transcurrido 2010 y Castedo, como es natural, sigue esperando -como siguen esperando los alicantinos- que el Gobierno valenciano se decida de una vez a construir la Ciudad de la Justicia y la Entrada Sur. Y es que una cosa es plantar cara al Consell y otra que la acción obtenga algún resultado práctico.

Sería difícil determinar cuánto hay de verdad y cuánto de ficción en la postura de la alcaldesa de Alicante. En cualquier caso, no le faltan motivos a Sonia Castedo para interpelar a la Generalitat. Quizá sea el Palacio de Congresos el principal de ellos. Desde que se decidió construir este edificio en la Sangueta, el proyecto apenas ha avanzado, aunque ha prestado un servicio inestimable al Partido Popular. Quiero decir que ha dado ocasión a varias presentaciones de maquetas, primera piedra, visitas de Francisco Camps, anuncios sobre los beneficios de todo tipo que supondrá para Alicante... Lo único que no hemos visto es comenzar las obras. Cada vez que su inicio parece inminente, alguien hecha en falta un papel o surge una incompatibilidad que obliga a detener la empresa. Y eso que, hace un año, Castedo afirmaba: "No voy a esperar más por el Centro de Congresos, porque hemos sacado adelante toda la tramitación y ya no vale ninguna excusa."

Llegados a este punto, quizá los periodistas deberían preguntarle a Sonia Castedo qué piensa hacer si el Gobierno Camps continúa sin hacerle caso. La alcaldesa ha tenido hasta ahora una buena actuación, que dice mucho de sus habilidades. En algún momento, sin embargo, deberá bajar del escenario y enfrentarse a la realidad. Salvo que los alicantinos prefieran, claro está, continuar disfrutando con la función de forma indefinida.

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