"El directo es la vida llena de accidentes"
El músico Pascal Comelade (Montpellier, 1955) y el poeta Enric Casasses (Barcelona, 1951) llevan años colaborando en todo tipo de proyectos artísticos. Después de la buena recepción de La manera més salvatge, ahora acaban de sacar N'ix (Discmedi), su segundo disco conjunto, que incluye 13 nuevas composiciones, entre poemas y músicas, grabadas en parte en directo y en parte en estudio. Lo presentarán en febrero en Barcelona, probablemente en El Molino, y este mes también actuarán conjuntamente en el marco de la exposición dedicada a Salvat-Papasseit en el Arts Santa Mònica.
Pregunta. Su nuevo disco viene acompañado con un DVD con la grabación de un concierto en el Teatre Principal de Sabadell. Emana una energía muy potente.
Acaban de editar su segundo disco conjunto con un escueto título: 'N'ix'
"Nosotros nunca ensayamos. Lo que hacemos es espontáneo"
Enric Casasses. Sí, suena muy bien.
Pascal Comelade. Llevamos casi 25 años de recitales juntos. Y ahora lo hacemos mejor que nunca.
EC. Pascal siempre dice que deberíamos hacer discos en directo,que es cuando sale mejor.
P. ¿Preferís el directo?
EC. No, hacer las dos cosas está bien. Una parte en directo y otra de estudio.
PC. La manera de hacer de Enric con su poesía es algo que tiene que pasar en directo. Donde sea, en la calle, en el teatro, en el bar, pero es una situación que se debe dar en directo. Es como mejor funciona. Y yo también. El estudio es otro mundo.
P. Pero se le ve a gusto en el estudio.
PC. A mí, el momento de la mezcla no me gusta. Grabar me encanta, mezclar no. El directo es la vida llena de accidentes. El estudio es un trabajo de laboratorio. Y nuestro laboratorio está más cerca de la cocina que de la química, más cerca del restaurante Romesco que de elBulli. Somos gente del siglo pasado, de la cultura del vinilo.
P. En Europa este tipo de performances como las que hacéis se llevan mucho, no es nada del siglo pasado.
PC. Sí, es verdad que en Francia y Alemania se hacen cosas así. Y hay recitales, y rap. En el DVD además del concierto de Sabadell hay un documental en el que se explica un poco la situación actual. Es un poco raro. Yo hace 20 años tenía de referente a Alan Vega, y eso no tiene nada que ver con lo de ahora. ¿Referentes culturales? Quizá Bob Dylan o Kevin Coyne.
P. El título del disco, N'ix, sale de un verso que está en el álbum.
EC. Sí, el verso es "un bar obre la porta i n'ix la música i el fum". Teníamos claro que queríamos que fuera una sílaba. Y además muy fuerte. Sabemos que muchos lo leerán de corrido, nix, o el nueve en latín. Queríamos que el título fuera corto porque ya habíamos decidido la foto de la portada y no nos cabía nada largo. Pero, además, es un gran título. Ya va bien que se revisen las formas verbales de eixir.
P. Con tanta gente en el escenario, ¿qué opináis sobre que se tilde de minimalista vuestro trabajo?
PC. Llevo más de 20 años con esta etiqueta.
P. Supongo que molesta.
PC. No. Es que el minimalismo no es esto. La música empieza con un tío picando una piedra y contando sus problemas. El rock & roll es puro minimalismo. El minimalismo es un concepto aplicable a cierta música británica de los ochenta, posterior a la música repetitiva americana. Michael Nyman quizá sea minimalista. A nosotros lo que nos interesa es la vida cotidiana.
EC. Además, si el minimalismo fuera minimalista se llamaría minimista. Minimal es una palabra inglesa. Y en la palabra minimalismo sobra una sílaba, demasiado.
PC. Queda una imagen mía en los años ochenta tocando un pequeño piano durante 10 minutos, y eso permanece. Es parte de mi vida y por eso se habla de minimalismo. En este disco, por ejemplo, no hay nada minimalista, hay diálogo incluso.
P. ¿Y qué me dice de su faceta de inventor o artesano de instrumentos? Muchos grupos pop actuales usan instrumentos poco convencionales.
PC. Sí, en toda Europa se usan instrumentos quizá raros, o de juguete. Esto ha empezado con el retorno de la canción, de la chanson en Francia, o del neofolk. Los músicos intentaron cambiar el acompañamiento. En los ochenta y noventa todo iba con sintetizadores y se vuelve a lo acústico. Y luego han llegado al vibráfono, al pequeño piano. Yo llevo en creación de música instrumental 30 años y este tipo de música es así.
P. No sé si es intencionado, pero en la grabación del disco se aprecia un crescendo de intensidad. ¿Era vuestra intención?
EC. Es bastante rock, ¿verdad?
PC. Hablamos de la manera de hacer. Nosotros nunca ensayamos. Nunca he hecho un ensayo de orquesta. El primero fue este noviembre con Albert Pla para el espectáculo del Mercat. Si hay una diferencia con cualquier otro músico es que lo que hacemos es totalmente espontáneo. Siempre hemos sido así, es nuestra cultura, otros lo hacen todo igual. Lo importante es crear.
P. ¿Qué tal la relación con los Cabo San Roque, que aparecen en el disco?
PC. Laia y Roger estarán en mi próximo concierto. Cabo San Roque son los músicos catalanes más importantes del momento. Su última máquina es algo fantástico. Esto sí que vale la pena. Es creación de verdad. Esto no tiene nada que ver con un tío que hace sonidos con un globo y ya está.
EC. Con nosotros colaboran en el disco gente de Cabo San Roque, de Telefunkens...
P. O sea, que sí que hay una herencia de lo que hacéis.
PC. No. En todo caso somos una familia. Es la escena underground de Barcelona. Gente de 18 y gente de 60 años. Pero todos con espíritu punk.
P. En lo que se refiere a los poemas el juego con las palabras ha cambiado. ¿Cómo?
EC. Quizá sí, pero no todos los poemas del disco son míos. De los míos, todos excepto uno son nuevos.
P. ¿Y esto de tocar el triángulo además de recitar?
EC. Pues estoy allí perdido. Cuando conocí a Pascal primero me dio un xilófono, y no, luego unos platillos, muy complicado, y tampoco. Con el triángulo sí que acertamos.
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