Asesinados un padre y sus cuatro hijos en Calabria
Cinco personas fueron asesinadas ayer a tiros en Filandari, un pequeño pueblo de las montañas de Calabria, en la provincia sureña de Vibo Valencia. Se trata del agricultor Domenico Fontana, de 61 años, y de sus cuatro hijos varones: Pasquale, de 37 años; Pietro, de 36; Emilio, de 32, y Giovanni, de 19.
Los encontró la madre al volver a casa. La matanza recuerda mucho la que se produjo en el verano de 2007 en Duisburgo (norte de Alemania), cuando seis personas -dos de ellos familiares; los otros, miembros de la misma familia de la mafia calabresa- fueron asesinadas por la 'Ndrangheta en una venganza.
Los investigadores evitaron confirmar anoche el origen mafioso del crimen de Calabria. Algunas de las víctimas tenían antecedentes penales por usurpación de tierras, lo que apunta a una venganza entre clanes familiares.
La zona de Vibo Valencia, que parecía menos expuesta que otras áreas de Reggio Calabria a la violencia mafiosa, ha empezado en los últimos años a ser escenario de delitos vinculados a la 'Ndrangheta.
El pasado día 20, un artefacto explosivo fue colocado en un concesionario de automóviles de Filandari que no quería ceder a las extorsiones de los miembros de un clan. Al día siguiente, el vehículo del ex alcalde fue rociado con ácido.
"Si se confirma la autoría mafiosa de la matanza", argumenta el periodista Antonio Nicaso, coautor del libro Hermanos de sangre sobre la 'Ndrangheta, "sería la enésima confirmación de que esta organización tiene la misma fuerza de fuego que la Cosa Nostra y la Camorra".
