Ojo al tirar de tarjeta
Las compras con 'dinero de plástico' sostienen el consumo de los ciudadanos en plena crisis - La clase media mileurista recurre al crédito en la segunda mitad del mes - Las operaciones de pago aplazado pueden costar hasta un 20%
"Durante un tiempo compré a crédito con tarjeta. Me ha ido bien para ir tirando. Aplazaba los pagos y amortizaba una cantidad con las pagas extra y así funcionaba. Pero a veces no dejas de pensar que la deuda va creciendo y eso llega a preocuparte". P. R. no ha tenido mala experiencia con el uso de su tarjeta de crédito. Pero recomienda prudencia: "Mi banco no me ha cobrado muchos intereses por fraccionar los pagos, pero la carga de la deuda puede llegar a pesar".
En plena crisis y con el paro disparado al 20%, son muchos los que llegan a final de mes gracias al dinero de plástico. Para esos consumidores, sus tarjetas de crédito no se cargan precisamente de polvo sobre el escritorio, o en la mesita de noche sino de deudas. Hay algo que se repite a partir de mitad de mes: "A muchas familias se les cargan los gastos mensuales en su cuenta bancaria, se quedan sin liquidez y tiran de la tarjeta", dice Carles Torrecilla, profesor de Mercadotecnia de la escuela de negocios Esade. Para estos usuarios, los días se ponen cuesta arriba hasta llegar a cobrar a fin de mes y es ahí donde aparecen Santa Visa, Santa Mastercard o cualquier otro aliado en forma de dinero de plástico.
Las tarjetas 'revolving' permiten diferir pagos sucesivamente
La compra media está bajando, pero suben las operaciones
La mitad de las veces se usan para sacar dinero a crédito en cajeros
Pese a la crisis, las ventas siguen como en 2009, según los comerciantes
Visa preveía que ayer se batiera el récord de gasto diario en Europa
Las ventas de esta Navidad se están animando respecto al año pasado
Para muchas familias, el único ahorro es lo que pagan de hipoteca
En algunas entidades lo que se paga tras el día 20 se retrasa un mes
Aún faltan datos de consumo sobre las compras en la recién estrenada Navidad, pero las compras con tarjeta con pago aplazado resisten en plena crisis. Con la economía así de débil, Visa preveía batir ayer jueves -el día punta de las compras navideñas en Europa- el récord de gasto, con 38 millones de transacciones que sumarían 2.000 millones de euros en el Viejo Continente.
El año 2010 está siendo el año de las llamadas tarjetas revolving, que permiten diferir una parte de los pagos hasta el siguiente mes y así sucesivamente. Varias asociaciones de consumidores recomiendan prudencia con estas operaciones, especialmente en plena campaña de consumo en Navidad y piden tener en cuenta que muchas veces hay que pagar un tipo de interés elevado, que puede subir hasta el 20% o más, según calcula la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
En 2009 ya aumentaron los usuarios de las tarjetas con pago aplazado, pero este año han subido más. El 22,1% de los tenedores de esas tarjetas han usado el pago diferido, muy por encima del 16,4% del año pasado, según un estudio hecho entre abril y julio de este año en Epaña por la sociedad emisora de tarjetas Mastercard, una de los mayores empresas de tarjetas de crédito. Es el nivel más alto de pagos aplazados desde que esta empresa tiene datos en España en 2004. Los datos de esta compañía, recogidos en el Barometro anual 2010 se basan en encuestas a 12.000 usuarios de poblaciones de más de 2.000 habitantes de toda España.
Según datos del Banco de España, el número de operaciones con tarjeta a crédito o con pago aplazado ha aguantado la crisis. Muchos usuarios siguen comprando a crédito con sus tarjetas. Se han hecho 57.000 millones de euros en pagos en 2009 con tarjetas de crédito frente a 59.800 el año anterior. Los 57.000 millones de 2009 están por encima de las cantidades de los últimos años, que se habían situado entre los 42.000 y los 56.000 millones de euros.
La companía Visa no proporciona datos sobre el uso de las tarjetas revolving. Un portavoz afirma: "Notamos que crece más el pago a débito (contado) que a crédito (a plazo). Hasta hace dos años era al revés". Esto se debe a que las entidades financieras "han reducido el riesgo y el crédito en general y también el de las tarjetas para muchos clientes".
Visa, la mayor compañía del sector, dice que se mantiene la actividad de las compras a crédito con este sistema de pago, con una pequeña bajada. La empresa afirma que el número de sus tarjetas en España se mantuvo estable en 47,6 millones el año pasado. Pero detecta que la compra media, en este caso solo en comercios, cayó a 52,2 euros el año pasado, un 6,8% menos debido a que los consumidores contienen el gasto "y a una cierta moderación de los precios", dice la compañía. El número total de operaciones con Visa creció un 3,7% hasta los 1.300 millones.
Las asociaciones de consumidores previenen contra el mal uso de las tarjetas de crédito, sobre todo, las de pago diferido. Ileana Izverniceanu, portavoz de Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), dice: "Nuestro consejo es que no se utilicen las tarjetas de crédito en pago diferido. Lo mejor es liquidar los pagos a final de mes con coste cero. De lo contrario, podemos vernos inmersos en un sobreendeudamiento, del que es difícil salir".
Otros expertos y organizaciones de consumidores dicen que la tarjeta con pago diferido no es ni buena ni mala en sí misma, depende del uso que se haga. Para Fernando Móner, presidente de la Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU), "usar la tarjeta de crédito con o sin pago diferido no es malo si se sabe donde están los límites. Comprar a crédito es aceptable, si alguien quiere seguir manteniendo el nivel de vida y mide bien sus ingresos fijos y su límite. También puede serlo aplazar algunos pagos a no demasiado plazo". De cara a la Navidad, si se quiere tener dinero extra, Móner recomienda: "Hay que elegir bien cómo se gasta: con un anticipo de nómina, con tarjeta o a través de créditos rápidos pero lo que no debe hacerse es hacer caso siempre del método que más se publicita sino informarse de todo".
No es fácil, a veces, olvidarse de la tarjeta, sobre todo cuando no se puede llegar a fin de mes. Torrecilla recalca que son muchos los consumidores que se ven obligados a tirar de ella a partir de mitad de mes. "Lo que yo llamo la clase media consumista vive de su sueldo mensual que ronda los 1.000 euros netos de media, y su mentalidad de consumo es mensual. Son consumidores que podríamos decir que viven al mes", remacha Torrecilla.
"A final de mes a estos consumidores les cargan en su cuenta la hipoteca, el colegio, el recibo del coche y los gastos de casa. El resto de los gastos los hacen a crédito", recalca este experto que ha publicado este año el libro ¿En efectivo o con tarjeta?
"Estas familias tienen de media entre 300 y 500 euros de crédito mensual en su tarjeta de crédito y gracias a él compran. Suelen ser familias o consumidores que no pueden ahorrar cada mes y su forma de ahorrro es la casa que están pagando con la hipoteca. No pueden pasarse porque su banco o caja les da una cantidad de crédito mensual en la tarjeta y no más y por eso lo pueden asumirlo, aunque con dificultades, a veces", añade este experto.
Miguel Ángel Fraile, secretario general de la Confederación Española de Comercio, recalca: "La ropa, la gasolina y los electrodomésticos se pagan entre el 70% y el 80% con tarjetas tanto a crédito como a débito. En la alimentación el pago con tarjeta está en torno al 20%", dice el secretario general de la Confederación Española de Comercio, que agrupa a 450.000 comercios en toda España. "De cara a la Navidad, notamos que las ventas se están mantiendo e incluso animando respecto al año anterior, lo que no está mal teniendo en cuenta que algunos precios no han subido por la crisis o incluso han bajado como ocurre con los electrodomésticos, la ropa o los juguetes", dice el secretario general de la Confederación de Comercio.
En España había hasta el tercer trimestre de este año 43,5 millones de tarjetas de crédito en circulación, según el Banco de España. Pese a la crisis, la cantidad de tarjetas es prácticamente igual que a final de 2009 cuando eran 43,7 millones. Contando las tarjetas a débito o contado, el total de las emitidas hasta septiembre es de 73,1 millones, igual que el año anterior
El 50,4% de las de crédito se usan también en los cajeros para retirar dinero, según Mastercard. Se ha producido un ligero descenso de quienes retiran efectico a crédito, ya que el año anterior fueron el 53,3% de los usuarios encuestados por Mastercard quienes usaron los cajeros para tener dinero.
Para la mayor parte de los usuarios, los intereses del pago de las tarjetas de pago aplazado van del 7%-8% al 17%-18%. Hay clientes que los tienen más bajos y otros más altos, según su solvencia y nivel de ingresos.
¿Qué carga mensual es asumible? "Dar consejos sobre el nivel de endeudamiento es difícil. Si tienes una hipoteca que es el 30% o el 40% de tus ingresos cualquier otro crédito puede suponer mucho. Pero, si no tienes gasto, un crédito al 15% con tarjeta puede ser asumible, aunque yo creo que de forma temporal", señala el asesor jurídico de la asociación de consumidores Facua, Jordi Castillo.
Este asesor jurídico también cree que "lo que puede acarrear problemas es no saber sus características. Se puede cambiar la cuota a pagar. Si llega un mes en que no se pueden pagar 100 euros de cuota se puede pagar más o menos y cambiar a otro plazo. Muchos lo hacen, pero a veces no se toma conciencia de lo que eso supone en intereses".
Hay una parte de consumidores que están abocados al pago con tarjeta. "Son consumidores que no ahorran en líquido cada mes pero sí a través de la compra de la casa que pagan con la hipoteca", dice Torrecilla. Y hay algunas estratagemas para llegar mejor a fin de mes. Son ayudas como por ejemplo que "algunas entidades financieras cierran el mes el día 20 en vez de el 30 a efectos de la tarjeta. Eso quiere decir que a partir del 20 lo que se compra no se carga a final de mes sino al mes siguiente", añade Torrecilla. Precisamente, según este experto, quienes pueden tener más problemas para asumir las compras a crédito son quienes tienen asignados miles de euros para gastar a crédito. Y además "si piden que se lo amplien se le amplian. Eso no pasa con la clase media. Tienen una cantidad y con ella pasan el mes".
Las quejas vienen muchas veces cuando el usuario cambia las cuotas o los pazos de la tarjeta y se pierde. "En estos casos no es fácil calcular bien los intereses", dice el asesor de Facua. Pero muchas no suelen prosperar. "Más que quejas formales, los usuarios se lamentan de las altas comisiones pero como han firmado esas comisiones, el contrato les vincula", apunta la portavoz de la OCU.
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