"Mucho trabajo, orden... y disciplina"
Los directores de los mejor clasificados destacan el esfuerzo en las aulas
El secreto del éxito del colegio que ha obtenido los mejores resultados en la prueba de la Consejería de Educación está en el "trabajo y en el orden, por no decir la disciplina", según explicó ayer Mercedes Azcona, directora del colegio Sámer Calasanz, de Valdemoro. Los alumnos de este centro educativo concertado, con 530 alumnos y 32 profesores, han sido los mejor clasificados, con un 9,34 sobre 10 de media. Esta clasificación, según la dirección del centro, no es fruto de la improvisación: "Aumentamos las horas de apoyo para los alumnos con más problemas", explica la directora quien destaca la estabilidad de la plantilla, con una antigüedad media de 20 años. "El jefe de estudios del centro lleva más de dos décadas en el colegio, y eso se nota mucho".
En Galapagar, el subdirector del colegio privado Gondomar, Evaristo Muñoz, sostiene que el secreto, que este año le ha colocado como el cuarto mejor centro educativo (9,14 sobre 10), es el trabajo personalizado con cada uno de los alumnos: "Nosotros hacemos una adaptación del currículo e impartimos más horas de Inglés, Lengua y Matemáticas. E incluso nociones de filosofía", apunta el subdirector, que prosigue: "Conocemos a cada uno de los alumnos, y eso es muy importante. Lo fundamental es el trabajo diario que hacemos con los niños".
El colegio tiene un ratio de 23 alumnos por cada profesor. "Cada trimestre lo dedicamos a un país, y en esta ocasión nos toca Alemania. Así nuestros chavales conocen muchas cosas de los países europeos. Incluyendo la lengua y la gastronomía", resalta este docente, que también apuesta por la estabilidad de los puestos de trabajo de sus empleados, que también son compañeros.
Los responsables de ambos colegios tienen también reivindicaciones para la Consejería de Educación. "Nos gustaría que todos los partidos políticos firmen un pacto por la educación, para hacer una reforma definitiva y acabar con los parches", resalta Evaristo Muñoz, quien asume que las pruebas son muy básicas. En ese sentido, la directora del Sámer Calasanz, de Galapagar, Mercedes Azcona, considera que la Consejería de Educación debería elevar el nivel de las pruebas: "Son demasiado básicas. Tienen que mejorar el dictado, porque el del año pasado fue penoso".
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