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TELEVISIÓN

Los altavoces de Intereconomía

El Consejo Audiovisual de Andalucía investiga si la emisión de 'El gato al agua' en televisiones locales vulnera la neutralidad

Rosario G. Gómez

El gato al agua, símbolo de las tertulias nacidas al socaire de la TDT, no es solo patrimonio de Intereconomía. El polémico programa, altavoz de la ultraderecha, ha saltado su propio dial para instalarse en emisoras municipales públicas. El gato al agua, como otros títulos del canal (Dando caña, Otro gallo cantaría), puede verse en televisiones locales andaluzas. Por eso, el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) quiere saber si estos espacios, que presumen sin disimulo de su parcialidad ideológica ("orgullosos de ser de derechas", proclaman cabeceras de Intereconomía) pueden vulnerar la "neutralidad" y "pluralidad" que se les exige a los operadores públicos. La Comisión de Contenidos ha acordado por unanimidad realizar un informe y hacer un rastreo de los canales que emiten estos programas.

El organismo cree que hay un deber municipal de imparcialidad

El CAA no pone sus ojos en los comentarios de los contertulios. "Las televisiones privadas tienen derecho a su línea editorial", afirma la presidenta de la Comisión de Contenidos, Carmen Fernández Morillo. Se trata de saber cómo repercuten las opiniones del moderador. "Creemos que pueden condicionar la neutralidad del operador público", apunta. "Los Ayuntamientos tienen la obligación de salvaguardar los derechos de los ciudadanos en las televisiones, y entre esos derechos está la neutralidad".

No es la primera vez que el consejo escruta Intereconomía, sancionada ya por Industria con multa de 100.000 euros por emitir un anuncio promocional homófobo. En 2008 recibió una queja de un espectador sobre la redifusión de El gato al agua en Onda Cádiz que se extrañaba de que una televisión pública, "con el dinero de todos", emitiera este tipo de programas. El consejo desestimó la reclamación sobre falta de pluralismo político, pero estimó la falta de neutralidad ("existe una línea editorial parcial que se manifiesta a través de los juicios de valor del moderador y de otros elementos editoriales"). La resolución recogía comentarios del conductor, Antonio Jiménez, contra el equipo económico de Zapatero, y apuntaba que los moderadores de debates y/o tertulias de carácter político emitidos por operadores públicos no deben enunciar juicios de valor. Onda Cádiz, como otras televisiones locales, dejó de emitir El gato al agua.

Hay otro antecedente. En mayo pasado, el consejo abrió procedimiento informativo sobre Tierra y mar, de la autonómica Canal Sur. Al despedir el programa el 21 de febrero, el presentador no se limitó al clásico saludo. "Aprovecho también para decir, como se preguntan muchos ciudadanos, por qué se trata de crucificar a Baltasar Garzón. No olviden que es andaluz, jienense, fue medalla de Andalucía en 2008 y, a mi modo de ver, estaba siendo vapuleado por una parte de la judicatura". Canal Sur defendió que el paso de locutor recogido en su Libro de estilo es una práctica que no está sujeta a un estricto principio de imparcialidad y donde no hay duda de que se plantea una opinión personal. Pero el consejo concluyó que se había quebrado la neutralidad exigible a un medio público.

Antonio Jiménez, conductor del programa <i>El gato al agua.</i>
Antonio Jiménez, conductor del programa El gato al agua.

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