López fija para el ecuador del mandato la mitad de las leyes comprometidas

Ni exceso de optimismo ni desconocimiento de los plazos y procedimientos. El lehendakari, Patxi López, aprovechó la llamada a la Cámara realizada por los dos grupos minoritarios, Aralar y Mixto, para resituar al Gobierno que preside y sus razones para los retrasos en el cumplimiento del calendario legislativo. La portavoz del Ejecutivo, Idoia Mendia, atribuyó el 30 de noviembre el incumplimiento a esos factores que luego fueron traducidos públicamente como inexperiencia del Ejecutivo y que ayer desechó el lehendakari.

Por más que todos los grupos, salvo el suyo, le siguieron recriminando, la petición dio a López una ocasión que aprovechó para dos cosas: primero, medirse con la actuación de los Gobiernos del PNV; segundo, recordar que el calendario es para toda la legislatura y comprometer que al final de ella estará cumplido.

La mayoría de los grupos criticaron la falta de liderazgo del 'lehendakari'

La mitad de las leyes, según dijo el lehendakari, estarán para el ecuador de su mandato, que se cumple en mayo. "A mí también me hubiera gustado hacer esta pregunta cuando era oposición, pero no pude, porque el gobierno anterior no traía calendario ni compromisos temporales", recordó nada más empezar su intervención. "En doce años nunca se informó ni se hizo evaluación pública alguna", enfatizó. Más adelante, recordó que su Gobierno dijo desde el principio que presentaba un documento dinámico y sujeto a cambios y relató el estado actual de las 25 leyes prometidas para este año: cinco están en el Parlamento, nueve están en marcha con borrador, seis no lo tienen, reveló, por trámites previos de búsqueda de consenso, tres se han eliminado y dos se han suspendido.

"El Gobierno ha incorporado ocho proyectos más a los previstos", apuntó López. El Ejecutivo quiso huir sobre todo, afirmó, de dejar muchas leyes para el último año, para luego provocar que decaigan porque a la Cámara no le da tiempo a debatirlas, como hizo el gobierno anterior, acusó, con proyectos tan importantes como la ley de Suelo en 2004 o la Municipal en 2008. "Eran brindis al sol y no hemos querido repetir ese engaño", dijo. Los retrasos obedecen a la introducción de dos nuevos criterios procedimentales, una mayor participación de entidades, administraciones o sectores afectados por cada norma y los procesos de negociación previa que aumentan la garantía de aprobación parlamentaria.

En la comparación con el primer ejecutivo de Juan José Ibarretxe, en el que recordó a uno de sus interpelantes, EA, que también estuvo, se prometieron 24 proyectos de ley y solo se aprobaron 4. Otros muchos, sufrieron retrasos no de meses, sino "de legislaturas", reprochó.

Ese recurso a la comparación con el Gobierno anterior fue criticado por todos los grupos, menos el socialista, cuyo portavoz, Óscar Rodríguez, incidió en él también. Incluso el portavoz del PP, Leopoldo Barreda, vino a tachar de triste consuelo el de conformarse con hacerlo mejor que el Ejecutivo Ibarretxe. Además, le atribuyó que no se siente vinculado por los incumplimientos del Gobierno y de que le exigirá que llene los que atañen al pacto que une a PSE y PP.

El peneuvista Joseba Egibar le, por su parte, advirtió de que será su socio el que tenga el poder de ralentizar y hacerle acelerar su acción y derivó el problema hacia otro flanco: "Ibarretxe 30-López 25", dijo, en referencia a los escaños obtenidos por cada uno en las elecciones. "López 39-Ibarretxe 35", le respondió el lehendakari, en referencia a los de la investidura, tras advertirle de lo peligroso de esa "tangente" por la que se sale el PNV por lo dudosamente democrática que resulta.

Los grupos interpelantes en su totalidad acusaron durante la sesión de control a López de su falta de liderazgo. "Estamos en la primera evaluación, no en el examen final", respondió el lehendakari, que anunció la aprobación en el consejo del próximo martes de un proyecto de ley, el de modificación de la renta de garantía y, para enero, el borrador de la ley de Vivienda.