Portabella le salva la cara a Hereu

Con un pie pensando en su futuro político -y en posibles alianzas que lo aseguren- y el otro en el Salón de plenos del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Portabella (ERC) le volvió a salvar la cara al alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, al apoyar los presupuestos del último año del mandato. Un presupuesto de 2.757 millones marcado por la contención en la inversión y el recorte de gastos.

El que fue el último pleno del año sirvió para dar el visto bueno a la creación de la comisión de investigación por la trama de Ciutat Vella y para que el grupo socialista y CiU se enzarzaran en el primer rifirrafe, con el resultado de las elecciones autonómicas de fondo.

Fue a cuenta de una proposición del PSC -y apoyada por sus socios de ICV- que pedía a la Generalitat "mantener y reforzar los consorcios públicos de la ciudad que gestionan ambas administraciones desde la imprescindible lealtad municipal". En la argumentación, los socialistas resaltaron, de paso, que la mayor parte de los consorcios -que son los que prestan los servicios a los ciudadanos- se firmaron a partir de 2003. Es decir, durante las dos legislaturas del tripartito en el gobierno catalán.

La proposición no le hizo ninguna gracia al grupo nacionalista, que se la tomó como una advertencia a un gobierno, el de Artur Mas, que todavía no se ha constituido. El jefe de filas de CiU, Xavier Trias, se abstuvo por considerar que la proposición se tenía que haber pactado. Convencido de que si no se había buscado el pacto era porque se trataba de un "ataque preventivo". Hereu, después de recordar que durante los últimos siete años es cuando más se ha avanzado en entendimiento entre las dos administraciones, se mostró predispuesto a mantener la "máxima colaboración" con el gobierno de Mas. El de ayer fue el último pleno para el edil Jordi Cornet (PP), que ha asumido el cargo de secretario de la mesa del Parlament.