Berlusconi busca nuevos aliados para su frágil mayoría

La victoria de Berlusconi por la mínima no basta para dar a Italia un Ejecutivo estable. El primer ministro, que empezó su mandato en 2008 con una ventaja de 100 diputados, lo sabe y el día después de salvar a su Gobierno gracias al apoyo de tres tránsfugas, se puso manos a la obra para ampliar su mayoría. Dijo que intentará atraer a los diputados "desilusionados" del partido democristiano Unión de Centro y el grupo Futuro y Libertad, liderado por su ex aliado Gianfranco Fini. Este, junto al líder centrista Pier Ferdinando Casini y a otras formaciones menores, reaccionó a la derrota del martes formalizando la creación del llamado tercer polo, el Polo de la Nación.

Las maniobras parecen, sin embargo, cada vez más alejadas de lo que ocurre en la calle. Roma recuperaba ayer la normalidad tras la batalla campal que vivió mientras el Congreso votaba la moción de censura al Gobierno. Los restaurantes y tiendas de Via del Corso y de la plaza del Popolo -escenario de los altercados entre policía y antisistema que se acoplaron a la marcha de protesta pacífica contra Berlusconi- volvieron a abrir. Pero las vías del casco histórico seguían con cubos y macetas arrancados, adoquines sueltos, chirimbolos y carteles rotos. Veintiséis de los 41 arrestados en los choques se enfrentan a juicio por resistencia y vandalismo. El alcalde de Roma, Gianni Alemanno, anunció que el municipio se personará como acusación y evaluó los daños en 20 millones de euros.