Ikea se rebela contra Alcorcón
Su nueva tienda en el municipio sufre los retrasos de urbanización del solar
La tienda de Ikea en Alcorcón se ha quedado pequeña y la compañía sueca tenía pensado abrir otra en un local más grande en abril de 2011. No va a poder ser, sin embargo. Las obras de acondicionamiento del espacio en el que se va a instalar la nueva tienda, un terreno comprado al Ayuntamiento por 24 millones de euros, aún están a medio hacer y como pronto el comercio podrá abrir sus puertas en 2012. El retraso inquieta a los responsables de Ikea, que han pedido al alcalde de la ciudad que agilice los trámites.
El problema es que el alcalde de Alcorcón, Enrique Cascallana, asegura que no está en su mano. Considera que las críticas de la compañía no están justificadas porque debe ser la junta de compensación y, por tanto, los promotores quienes realicen las obras de urbanización. "Nosotros no tenemos nada que ver en este asunto", cuenta Cascallana al otro lado del teléfono. "Un buen número de propietarios del nuevo desarrollo (Lucero) no han aportado dinero para las obras de urbanización, lo que obviamente ha retrasado todo. No es competencia de este Ayuntamiento pagar esa parte", se defiende.
El alcalde sostiene que las obras no son responsabilidad del Ayuntamiento
Ikea piensa diferente. El relaciones públicas de expansión de la compañía, Rodrigo Sánchez Flórez, cuenta que los propietarios paralizaron las obras al comprobar que los servicios generales (acometida de agua, alcantarillado y alumbrado) no avanzaban. "Los propietarios estaban invirtiendo sin la garantía de que los servicios básicos iban a estar a punto. Pero lo importante de este tema es que llevamos un retraso considerable", dice el portavoz. La compañía sueca, que emplea a 500 personas en Alcorcón, en una de sus tiendas que más factura a nivel internacional, había dado su palabra de que abría en cuatro meses y no quiere fallar a sus clientes.
El problema de urbanización no es el único al que se enfrenta la nueva zona comercial. Ikea quiere que la parcela conecte con las carreteras principales. Se ha dado luz verde a que lo haga con la A-5, pero existe un informe desfavorable a que esté conectada con la antigua M-501. Es un escollo a resolver aún. Además, según fuentes municipales, la compañía ni siquiera ha solicitado licencia de obras.
Las diferencias entre el Ayuntamiento e Ikea llevaron al candidato del Partido Popular a la alcaldía de la ciudad, David Pérez, a pedir a la cadena sueca "que no abandone la ciudad". "No podemos permitir que el alcalde socialista expulse empresas y oportunidades", dijo. La realidad es que Ikea ha repetido estos días insistentemente que no tiene pensado en ningún caso dejar Alcorcón, sino que tan solo quiere una mayor celeridad en el desarrollo del proyecto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.