El discurso de Pachi Vázquez

Leo con atención, aunque confieso que con enorme asombro, las declaraciones que el lunes realizó el secretario general del PSdeG, Pachi Vázquez, en el Foro de la Nueva Economía celebrado en Santiago de Compostela. Entre otras inquietantes reflexiones, el secretario socialista sugirió que quizá se nos había ido la mano creando un Estado de bienestar tan amplio como el actual y, coherentemente con esa valoración, se mostró dispuesto a "podarlo un poco". Eso sí, sería conveniente realizar el ajuste desde una óptica socialdemócrata, afirmó a continuación. Y, por supuesto, mostró su apoyo al proyecto gubernamental de retrasar la edad de jubilación, pues de lo contrario, según su autorizada opinión, llegará un momento en que no se podrán pagar las pensiones a la gente.

Hay que recordarle al líder socialista que nuestro gasto social está muy lejos de la media europea

Comprenderán ustedes que semejantes afirmaciones puestas en boca de un alto dirigente socialista merecen algunas puntualizaciones. La primera, recordarle a Pachi Vázquez que el gasto social en España está a mucha distancia de la media europea, con el agravante de que el nuestro, en porcentaje del PIB, ha venido disminuyendo desde 1993, año en que alcanzó el 24% de la riqueza nacional. Las consecuencias de este diferencial se manifiestan agudamente en todos los sectores del aún raquítico Estado del bienestar español.

Los datos son bien elocuentes. España se sitúa entre los países que menos recursos públicos dedica a educación. En la UE-15, únicamente Grecia e Irlanda presentan niveles de gasto público educativo más bajos que España. En sanidad, nuestro país es el que tiene, a excepción de Grecia, el gasto público sanitario por habitante más bajo de la UE-15.

El gasto que dedicamos a pensiones, especialmente en Galicia, está todavía muy alejado del promedio europeo y en los servicios de ayuda a la familia, en un país en que retóricamente se sitúa a ésta como centro de la sociedad, estamos a enorme distancia de la media europea y a distancias siderales de los países más avanzados. Y este panorama es el que le sugiere a Pachi Vázquez que nos hemos pasado con tanto bienestar y que, por tanto, hay que realizar una buena poda. Un proyecto que sin duda levantará irrefrenables entusiasmos por doquier.

Cuando se refiere a la sostenibilidad del sistema público de pensiones y lo relaciona exclusivamente con el incremento de la edad de jubilación, el secretario general socialista se olvida de temas que influyen más que el mencionado en la deseable seguridad del sistema, tales como el crecimiento del PIB, la productividad, la tasa de actividad, el ciclo económico, el nivel de salarios o la tasa de natalidad. Por eso en 2011 (año bajo del ciclo) está previsto un gasto de 10,6% del PIB, mientras en 2003 (año alto del ciclo) el gasto fue del 8,8% del PIB. Pero, por lo visto y oído, todo esto parece demasiado enrevesado para el máximo responsable del socialismo gallego.

Finalmente, sería conveniente que Pachi Vázquez precisara qué quiere decir cuando afirma que el ajuste hay que hacerlo desde una óptica socialdemócrata. Porque supongo, aunque en su intervención ni queda claro, que no se sumará a las voces que proclaman un conflicto entre equidad y eficiencia y consideran que el modelo social europeo está afectado de una grave esclerosis. Ésta se debería, según los portavoces conservadores que dominan el pensamiento económico, a la rigidez en la regulación del mercado laboral y a la extensa prestación social de nuestros Estados de bienestar, lo cual, produce un alto gasto público, responsable de la pérdida de competitividad que dificulta la adecuada integración económica internacional de nuestros países.

La experiencia de las naciones nórdicas, paradigma de la socialdemocracia que invoca Vázquez, refutan abiertamente estos tópicos neoliberales. En las últimas décadas, estos países han crecido a un fuerte ritmo, han conocido altas tasas de inversión, han incorporado masivamente a la mujer al mercado de trabajo y han extendido los sistemas de protección social. Todo ello con una baja inflación y sin déficit público apreciable. También son algunos de los países más integrados internacionalmente. Su comercio exterior representa aproximadamente el 35% de su PIB, porcentaje superior al de países como Estados Unidos, Reino Unido o Canadá. Así pues, comprenderá Pachi Vázquez que la poda que propone en nuestro limitado Estado de bienestar y socialdemocracia son términos que no cuadran exactamente.