Salt y Perpiñán estrechan lazos teatrales

Las separan casi 100 kilómetros de distancia, pero la creación escénica no está sujeta a límites físicos. Las ciudades de Salt, en la comarca de Gironès, y la francesa Perpiñán, en los Pirineos Orientales, se han unido con el objetivo de convertirse en un foco europeo de teatro, danza y música. El proyecto se denomina Escena Catalana Transfronterera, y aunque ya llevan tres años ofreciendo programaciones conjuntas es ahora, con una subvención europea de ocho millones de euros, cuando el acuerdo fructificará entorno a dos sedes que se están construyendo. La primera es el centro de creación de El Canal (Centre d'Arts Escèniques de Salt/Girona), que dirige Salvador Sunyer y se inaugurará dentro de 12 meses. Y la segunda, el Théâtre de l'Archipel, que capitanea Domènec Reixach, ex director del Teatre Nacional de Catalunya. Abrirá el 10 de octubre y lo ha diseñado Jean Nouvel.

"Pertenecemos a una zona común, en medio del triángulo Montpellier, Toulouse y Barcelona, queremos convertirnos en un altavoz con un pie a cada lado de la frontera", afirma Sunyer, también responsable de Festival Temporada Alta. Las tradiciones catalanas y mediterráneas que comparten ambas ciudades son la base del proyecto, que se fundamenta en tres aspectos: coproducir espectáculos, fomentar el intercambio de espectadores y crear una programación conjunta.

La de esta temporada incluye una veintena de obras, entre enero y junio del 2011. "Han llegado los bombones antes que la caja", bromea sobre este aspecto Sunyer. En Salt se subirán al escenario Dues dones que ballen, con Anna Lizaran, Desclassificats, protagonizada por Emma Vilarasau, o Nod, de la compañía Mal Pelo. Y en Perpiñán, entre otras, Les chaises, de Eugène Ionesco.