El Gobierno salva con holgura las enmiendas de totalidad a las cuentas

El proyecto de ley de presupuestos pasó ayer su primer trámite en pleno sin sobresaltos y con las únicas peticiones de devolución de los dos grupos minoritarios del Parlamento, Aralar (4) y Grupo Mixto (3). El PNV, como el año pasado, no ha presentado enmienda de totalidad, para evitar que el PSE-EE hiciera lo propio con las cuentas de las diputaciones, y se abstuvo. Su portavoz, Javier Carro, explicó esa posición por la crisis y como un "ejercicio de realismo político y oposición constructiva".

Permanecer al margen del debate -no tenía turnos de enmendante y renunció a los ocho que le correspondían como no enmendante- y limitar su participación a los cinco minutos de la explicación de voto, dentro de una discusión que duró casi seis horas, no le ahorró al PNV verse emplazado a apoyar los presupuestos del Gobierno autónomo, igual que ha comprometido con los del Ejecutivo central.

El PNV, emplazado a "llevar en Euskadi la misma política que en Madrid"

"No hay ninguna razón para que el PNV no dé el voto afirmativo al proyecto del Gobierno", dijo la socialista, Joana Madrigal, que llevó en solitario el debate, mientras en el PP Antón Damborenea y Leopoldo Barreda se repartieron la defensa de su apoyo a los presupuestos. "No le pedimos imposibles, ni que vaya en contra de sus principios, solo que lleve en Euskadi la misma política que lleva en Madrid", dijo. Los socialistas vascos le piden "el mismo sentido de responsabilidad" con que el PNV ha contribuido a "blindar" la economía española. "La misma política de colaboración con el Gobierno de España es lo que nos gustaría que llevara el PNV aquí también con el Gobierno vasco", insistió.

Madrigal adelantó que confía en que el Gobierno dé algún paso para tratar de ampliar la mayoría que ya tiene con el PP, aunque se declaró consciente de que el margen de movimiento de partidas, es "muy pequeño". El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre, defendió las cuentas como "austeras" y dirigidas "relanzar la actividad económica y el empleo", con el "acento" en la innovación y la formación. Carro no dio ninguna pista sobre la receptividad del PNV.

La portavoz de Aralar, Aintzane Ezenarro, estuvo especialmente dura. Acusó al Gobierno de carecer de "proyecto político y económico" y de suplirlo con otro "mesiánico de deslegitimación de la violencia, que es su bandera y su misión" "Qué lejos están ustedes de este país, cuánto desconocen sus sentimientos", espetó a socialistas y populares. Damborenea le reprochó su aspiración a una paz sin vencedores ni vencidos. "El Estado no puede permitirse perder ni empatar con terroristas", respondió, al tiempo que puso al descubierto que no se pueden dedicar los 300 millones del TAV, como propuso Ezenarro, a gasto social por el simple motivo de que ese dinero viene del Gobierno central -el vasco solo tiene una encomienda de gestión- y de otro modo no llegaría ni se podría, por tanto, dedicar a ninguna otra cosa. Madrigal la acusó de hacer un debate presupuestario "ficticio e irreal" por tener sus intereses fuera de él. "No le preocupa el presupuesto sino recoger los votos de quienes no pueden estar aquí" y "ocupar el espacio" de Batasuna, dijo.

EA pidió la devolución de los presupuestos por ser fruto de un pacto PSE-PP que no arregla la crisis ni responde a las necesidades vascas, mientras EB los consideró "raquíticos" y afirmó que recortan servicios públicos.

A la par de este debate, el Parlamento aprobó sus presupuestos, que bajan un 1% respecto de este año. Tendrá 34,6 millones. La partida de presidencia se reduce en un 21,6% y el gasto corriente un 8%, mientras lo destinado a tecnologías crece el 113%, informó la Cámara.