Expocómic se multiplica

Vuelve Expocómic, el salón internacional del tebeo de Madrid. Y lo hace, en su decimotercer año, con una gran novedad: ha cambiado de ubicación y ha duplicado su espacio. Arrancó ayer en el Palacio de Cristal de la Casa de Campo y abrió sus puertas a todos los aficionados al noveno arte, que podrán visitar ese centro de operaciones de la historieta hasta el próximo 12 de diciembre.

"No hay una temática concreta", dice Paula Acevedo, portavoz de la organización. "Al revés, lo que intentamos es traer de todo para todos los públicos, para que cualquier aficionado pueda encontrar algo", explica, a la vez que reconoce que el manga sigue haciendo estragos: "En gran parte por la estética y por ese punto de exotismo".

El mundo del cómic vive buenos tiempos ayudado por el cine. El séptimo arte ha contribuido a volver a poner de moda este otro modo de contar historias y las novelas gráficas surgen por doquier, desde para contar los atentados del 11-S de Nueva York o los juicios por el 11-M de Madrid, hasta para ilustrar En busca del tiempo perdido de Proust o la vida y la obra de Kafka.

"Nuestro propósito es que el cómic vuelva a ser reconocido como cualquier otra manifestación artística y, en este sentido, el hecho de que se haya abierto el Museo de Dibujo e Ilustración de Abc o que la Casa de América participe, es un gran logro", explica Acevedo.

El nuevo Museo ABC de Dibujo e Ilustración acogerá, en su espacio de la calle de Amaniel, una serie de encuentros creativos con grandes maestros del cómic y la ilustración: premios nacional de cómic -Paco Roca o Max- y primeras figuras del cómic nacional -como Fernando Vicente, ilustrador de EL PAÍS- y del internacional -como Carlos Pacheco, dibujante de Marvel y DC en las series de X-Men, Los 4 Fantásticos o Superman-. En ellos, los ponentes desvelarán secretos de su trabajo y desarrollarán su visión del proceso creativo a través de charlas, diálogos o creaciones en directo.

Y la Casa de América acogerá la exposición de Ariel Olivetti (dibujante de Marvel y autor de La historia de los últimos Avangers) que ayer ya daba vueltas por el recinto. Olivetti es un clásico de los superhéroes desde que fichó por la editorial de cómic estadounidense en 1995. "Antes hacía ilustraciones o inventaba historias para una especie de Torrente argentino", cuenta este porteño de Caballito. "Pero cuando cerraron casi todas las editoriales en Argentina, envié unas pruebas y ya solo hago superhéroes que dan patadas y vuelan para entretener a los teenagers", cuenta. Olivetti es otro de los latinos que se ha incorporado al mercado estadounidense con éxito y que han incorporado las nuevas tecnologías a su arte. "Sigo dibujando con mis primeros juguetes (un lápiz y un papel), pero los colores y los volúmenes los meto con Photoshop, que me hace ganar mucho tiempo y perfeccionar cosas", asegura. Pero comenta: "No obstante, los superhéroes de hoy día tienen poco que hacer ante la inundación de manga que vuelve locos a los adolescentes del mundo entero. Si tuviéramos que traducirlo a música, el manga es el rock, el cómic americano es pop y el europeo es como una balada".