Un programa sobre Sakineh da esperanzas de que sea liberada
El Comité contra la Lapidación dice que la mujer ya ha salido de la cárcel
El anuncio para hoy de un programa especial sobre Sakineh Ashtianí en la televisión iraní disparó anoche los rumores sobre su liberación. Según el Comité Internacional contra la Lapidación, Ashtianí, la iraní cuya condena a morir apedreada desató una movilización internacional, está ya en su casa. También su hijo, Sajjad, y su abogado habrían quedado en libertad. Pero ninguna fuente oficial lo ha confirmado.
"Nos han informado desde Irán que ya ha salido de la cárcel, pero estamos esperando al anuncio oficial en televisión para hacerlo público", declaraba a EL PAÍS Maryam Namazie, una portavoz del Comité, desde Bruselas. La activista ha pasado los últimos días en esa capital junto a la fundadora del Comité, Mina Ahadí, buscando el apoyo de los eurodiputados para su campaña.
Sin embargo, pasada la medianoche en Teherán, la televisión estatal solo había anunciado un programa especial sobre Ashtianí para las 20.35 de hoy (dos horas y media menos en la España peninsular). A falta de confirmación oficial, la noticia parecía sustentada por la difusión de unas fotografías que supuestamente recogían la llegada de Sakineh y Sajjad a su domicilio de Osku, en la provincia de Azerbaiyán Oriental.
Las agencias atribuían las imágenes a la cadena iraní por satélite PressTV, aunque no estaban colgadas en su página web. Ni la mujer ni el joven que muestran se parecen demasiado a las imágenes de ellos que conocemos, pero Ashtianí lleva seis años en prisión y su hijo ha estado encarcelado desde mediados de octubre, cuando fue detenido junto al abogado Kian Hutan y dos periodistas alemanes que les estaban entrevistando.
"He visto la noticia en las webs, pero no puedo confirmarlo de forma independiente", respondió a este diario Hadi Ghaemí, el director de la Campaña Internacional por los Derechos Humanos en Irán. Ghaemí recordaba no obstante que "aún hay otras 12 personas condenadas a la lapidación y el problema es la existencia de ese castigo en el Código Penal iraní".
El poder judicial iraní aceptó una moratoria a la ejecución de sentencias de lapidación durante el diálogo crítico con la UE en 2002. Desde entonces, todas las condenas dictadas por los jueces quedaban bloqueadas en los recursos ante el Supremo. Pero con la llegada al Gobierno de Mahmud Ahmadineyad en 2005, los magistrados más retrógrados se han sentido respaldados para volver a ejecutar ese cruel castigo.
Las organizaciones de derechos humanos iraníes, que llevan años trabajando por su eliminación, documentaron un caso en Mashhad a principios de 2006, aunque no pudieron probar la responsabilidad del juez. En julio de 2007, un portavoz judicial confirmó la muerte por lapidación de Jafar Kiani en Qazvin. El Parlamento ha debatido un nuevo Código Penal que no incluye esa pena, pero los sectores más conservadores parecen bloquear su aprobación.
Más allá del juicio que merezca la lapidación, los abogados de Ashtianí siempre han insistido en que su proceso estuvo plagado de irregularidades.
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