"Con el tiempo, las salas de cine se convertirán en algo excepcional"

Josemi Beltrán pasará el próximo 1 de enero a dirigir oficialmente la Semana de Cine de Terror de San Sebastián, la cita más desenfadada del calendario cultural donostiarra. José Luis Rebordinos, creador y responsable de la cita durante 21 años, ha impuesto como marca del festival una íntima conexión con el público, lo que le ha permitido sobrevivir pese a la crisis económica y las reestructuraciones del sector cinematográfico.

Pregunta. ¿Con qué ideas llega a la Semana de Terror?

Respuesta. Este certamen tiene un público muy fiel que quiere que el festival le dé sentido a la experiencia colectiva de ir al cine. Una de las nuevas vías de actuación puede ser expandir la Semana a otros públicos más jóvenes que conectan con el cine fantástico por la vía de los videojuegos, los juegos de rol o la animación oriental. Y es muy importante que en esta última edición se haya recuperado la calle para que la gente que no va al cine siga viviendo la Semana. Se debe potenciar la presencia en la ciudad con ideas y con exposiciones.

"Entiendo la inseguridad que crean los cambios en Tabakalera"

P. ¿En qué se basa la conexión con el público?

R. Con los géneros tan codificados siempre pasa; uno sabe los códigos de lo que ve. A veces, una película muy seria se convierte en una juerga en la sala. Curiosamente, el realizador lo comprende y se identifica con ello. Hay un componente gamberro, pero muy serio. El público de la Semana sabe mucho más de cine que el espectador medio de una sala comercial, y no solo de cine de terror.

P. ¿Internet deja espacio a los pequeños festivales?

R. Los festivales siguen teniendo mucho sentido, máxime cuando los cines sufren una seria amenaza de cierre. Las salas, con el tiempo, se convertirán en algo excepcional y el resto de cosas se consumirán en casa. Por ello, los festivales tienen que seguir existiendo por fuerza. Aunque tengamos a un clic cualquier cosa, la función de los festivales y las salas de cine es hacer de intermediarios, presentar e interpretar la información.

P. ¿Cómo afecta la pujanza del 3D al género?

R. El 3D es uno de los experimentos tecnológicos con que la industria quiere recuperar beneficios a corto plazo. No obstante, muchos dicen que va a ser una moda pasajera. En nuestra programación lo tenemos en cuenta, pero atendiendo al contenido de las películas, a su calidad y a su interés para el público. Es cierto que el formato se está empleando, pero no se puede saber si va a durar. Sinceramente, no me imagino a la Semana con todos los productos en 3D, porque eso tampoco se va a dar en la industria.

P. ¿De qué manera puede potenciar San Sebastián 2016 la actividad cinematográfica?

R. El cine es uno de los estandartes de San Sebastián, no sólo con el Zinemaldia. Por eso, es parte importante de la candidatura. El equipo de la unidad de cine y de la capitalidad está trabajando en línea para aumentar en el primer semestre de 2011 la presencia de lo audiovisual. La vida cultural de la ciudad es suficiente para los donostiarras y atrae a gente de afuera.

P. ¿A qué se debe toda la controversia con Tabakalera?

R. Tabakalera es un proyecto donde lo audiovisual tenía una parte importante o casi mayoritaria. Ahora mismo, creo que la apuesta va a seguir. La unidad de cine está trabajando en ello. Esa convergencia con la Filmoteca Vasca nos permitiría a todos trabajar más coordinados, implicando a los profesionales del audiovisual guipuzcoano y vasco con la industria y ahorrar esfuerzos. Es una obligación que hagamos una gestión lo más eficaz posible a la hora de emplear el presupuesto. Unirnos en un espacio nos iba a permitir esa suma de esfuerzos.

P. Habla en pasado.

R. En el proyecto anterior se incluía y va a estar en el nuevo. ¿Con diferente tamaño y entidad? Eso se verá cuando presenten el nuevo proyecto. Estamos en una época de cambios impuestos principalmente por las circunstancias económicas, y comprendo que tener unos planes para Tabakalera y de repente modificarlos provoque inseguridad en algunos agentes y en la ciudadanía. Pero pido un voto de confianza para que podamos reformular algo enriquecedor para el futuro.