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LOS PAPELES DEL DEPARTAMENTO DE ESTADO | El acoso a Julian Assange

"Ni un solo individuo ha sido perjudicado por nuestras filtraciones"

Julian Assange minimiza las amenazas de muerte recibidas y asegura tener más información, imposible de descifrar, que saldrá a la luz si algo le sucede

"Si tal como alega el Pentágono, el joven soldado Bradley Manning está detrás de las filtraciones, entonces se trata sin duda de un héroe sin parangón", declaró ayer Julian Assange sobre el hombre a quien Estados Unidos señala como responsable de la filtración de más de 250.000 cables secretos de su servicio diplomático. Assange, fundador de Wikileaks y hoy por hoy el hombre más buscado por la Interpol, no solo ha confirmado que tiene su refugio en el sur de Inglaterra, con el conocimiento de Scotland Yard, sino que ayer pudo responder a las preguntas de los internautas, canalizadas por el diario The Guardian, uno de los cinco medios que han tenido acceso a los documentos clasificados.

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"Hemos intentado destacar el papel de nuestras fuentes, de quienes realmente se arriesgan y sin cuyos esfuerzos los periodistas no serían nada", subrayó el periodista y antiguo hacker (pirata informático) australiano sobre el mérito de unas revelaciones tildadas por Washington de "ataque contra la comunidad internacional". Acosado por la justicia sueca, que le reclama como sospechoso de varios delitos sexuales, y objeto de una orden internacional de arresto que podría ejecutarse en cualquier momento, Assange consiguió finalmente participar en una entrevista digital plagada de reveses técnicos. Las dificultades de los usuarios para participar generaron una cierta psicosis de cerco digital, cuando la compañía californiana EveryDNS.net acababa de anunciar el cierre del dominio del portal de Wikileaks en EE UU, siguiendo los pasos de Amazon. Pero frente a las teorías de la conspiración, el diario británico los atribuyó simplemente al enorme tráfico de preguntas.

Inquirido sobre si va a ser capaz de ganar esta "guerra" que le ha enfrentado con el establishment político de medio planeta, Assange esgrimió, a modo de defensa o amenaza, que Wikileaks posee información adicional a la ya filtrada, que ya ha puesto en circulación con un código encriptado "imposible de descifrar". Esa "póliza de seguro", según su propia descripción, saldrá a la luz si algo le sucede a él o a algún otro responsable del portal de Internet que dirige.

Ante aquellos que ayer le reprocharon estar poniendo en peligro a los informantes de otros países que colaboran con Washington -entre ellos un internauta que fue miembro de la diplomacia británica-, el australiano respondió que en los cuatro años de historia de Wikileaks no ha habido un solo caso en que alguna persona haya resultado dañada a raíz de los documentos revelados por el sitio: "En ese sentido, organizaciones como el Pentágono no han conseguido aportar argumentos creíbles sobre un solo individuo que se haya visto perjudicado a raíz de nuestras actividades".

Parapetado en una "localización secreta", después de haber recibido amenazas de muerte, Assange considera que ese riesgo se ha minimizado algo por ser "del dominio público". "Estamos adoptando", añadió, "las precauciones apropiadas hasta el extremo de que somos capaces cuando se trata de lidiar con una superpotencia". El jefe de Wikileaks ha sugerido en repetidas ocasiones que la persecución de la que es objeto por parte de la justicia sueca (que no ha formulado ningún cargo en su contra) es en realidad una represalia por las actividades de su portal de Internet.

En ese sentido, aseguró que en los últimos años el sitio Wikileaks se ha alojado de forma deliberada en plataformas donde pueden presentarse contradicciones por parte de quienes supuestamente defienden la libertad de expresión, mientras lo que hacen es limitarla: "Amazon es uno de estos casos". La nueva dirección suiza a la que Wikileaks ha recurrido tras su desalojo de Estados Unidos pertenece al Partido Pirata Helvético, cuyo presidente, Daniel Simonet, cerró el acuerdo con Assange en un encuentro el pasado noviembre.

Coincidiendo con la entrevista digital, el abogado de Assange en Reino Unido, Mark Stephens, aseguró ayer que la policía británica todavía no le ha confirmado la recepción de la segunda orden de arresto emitida por las autoridades suecas el pasado jueves. "No tengo ninguna indicación de que [Scotland Yard] quiera establecer contacto por el momento con Julian", manifestó, sugiriendo que su cliente no va a ser detenido mientras no abandone su escondite. El visado que permite a Assange permanecer en territorio británico expira la próxima primavera. "¿Piensa regresar a su Australia natal?", le preguntó uno de los lectores de la edición digital de The Guardian. La respuesta del interpelado recoge una dura crítica hacia el nuevo Gobierno laborista australiano, recién elegido en las urnas: "Soy ciudadano australiano y echo muchísimo de menos mi país. Sin embargo, durante las últimas semanas, la primera ministra, Julia Gillard, y el fiscal general, Robert McClelland, han dejado claro no solo que mi regreso es imposible, sino que están trabajando de forma activa para ayudar a la Administración estadounidense en sus ataques contra nuestra gente y contra mí mismo".

El foro digital reservó incluso espacio a las obsesiones de algunos internautas con los ovnis. "Mucha gente rara nos manda correos electrónicos sobre el tema, pero ninguno de ellos ha cumplido hasta la fecha dos de nuestras reglas para su publicación: que los documentos no hayan sido redactados por quienes los envían y que se trate de originales", explicó el responsable de Wikileaks. Pero, al tiempo, consiguió dejar su audiencia en vilo al constatar: "En partes todavía no publicadas de los documentos del Departamento de Estado, sí existen referencias a los ovnis". La posibilidad de destapar nuestros secretos parece, en definitiva, infinita.

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Julian Assange, el pasado mes de octubre en Londres.
Julian Assange, el pasado mes de octubre en Londres.AFP

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