El enemigo en casa
La policía centra sus investigaciones del robo del camión con obras de arte en un vigilante de la empresa que tiene antecedentes penales ya cancelados
La policía ha centrado las investigaciones para esclarecer el robo en Getafe el pasado sábado de un camión lleno de obras de arte en uno de los trabajadores de la empresa Crisóstomo Transportes. En concreto, está rastreando todos los pasos de un vigilante de seguridad de la empresa. Todos los indicios apuntan a que fue este empleado el que facilitó a los tres encapuchados que se hicieron con el vehículo la información y las llaves que se encontraban en la guantera, según explicaron ayer fuentes de la investigación. La Jefatura Superior de Policía de Madrid rebajó el precio asegurado de las obras robadas hasta los 2,7 millones y no los cinco a los que se apuntó en un primer momento.
Las pesquisas las está dirigiendo la Brigada de Patrimonio Histórico, dependiente de la Comisaría General de Policía Judicial, en colaboración estrecha con el Grupo XXI de la Brigada Provincial de Policía Judicial. Las investigaciones se han centrado en este trabajador, ya que, al examinar los historiales, vieron que esta persona cuenta con varios antecedentes ya cancelados por delitos contra el patrimonio, según fuentes del caso.
Los policías están investigando cuáles han sido sus movimientos en los últimos días y si ha podido contactar con alguna banda o compinches que estuvieran interesados en apropiarse de valiosas obras de arte contemporáneo. Esto explicaría la rapidez con que se movieron los tres encapuchados que entraron en la nave industrial de la empresa Crisóstomo Transportes, en el número 3 de la calle de la Destreza, en el polígono Los Olivos del municipio de Getafe.
Las imágenes del robo permiten ver cómo los tres encapuchados rompen la cerradura de entrada a la nave y van directamente hacia la furgoneta. Se trata de una Mercedes Benz Artego, en cuyo interior había 28 obras de artes de autores como Fernando Botero, Eduardo Chillida, Pablo Ruiz Picasso, Gonzalo González, Cvueto Marsic, Julio González y Antonio Saura, según informó la Jefatura Superior de Policía de Madrid.Los ladrones solo tuvieron que arrancar el vehículo, que tenía las puertas abiertas y estaba listo para salir. Eso les facilitó la huida: actuaron con gran rapidez. Getafe se encuentra además muy bien comunicado: dispone de cuatro carreteras principales como son la autovía de Andalucía (A-4), la de Toledo (A-42), la M-40 y la M-50.
El forzamiento de la puerta hizo saltar la alarma de seguridad de la nave. Cuando llegaron los agentes de un coche patrulla de Seguridad Ciudadana de la comisaría de Getafe, el pasado sábado a la una de la tarde, comprobaron que la puerta principal estaba forzada. Cuando acudió el propietario, este confirmó que los asaltantes habían robado la furgoneta. Esta acababa de llegar procedente de una reciente exposición de Colonia (Alemania) y tenía todavía dentro las 28 obras de arte, pertenecientes a seis galerías de Madrid, Barcelona y Colonia.
La policía no recuperó el vehículo hasta el miércoles 30 de noviembre en las inmediaciones de Alcorcón, a unos 20 kilómetros del lugar del robo. Los agentes trasladaron el vehículo a dependencias de la Brigada Provincial de la Policía Científica, donde se practicó la correspondiente inspección ocular.
La forma en que se produjo el robo ha hecho pensar desde el primer momento en que los ladrones tenían información y cooperación desde dentro. Resulta infrecuente que un vehículo cargado con tantas obras de arte quede estacionado durante un fin de semana en una nave industrial. A ello se une el hecho de que los ladrones supieran su ubicación exacta y que, para mayor facilidad, tuviera las llaves en la guantera. Listo para salir. Todo ello ha hecho pensar que existe un santero (cómplice dentro de la empresa).
Este tipo de robos a menudo se realiza por encargo, ya que colocar estas obras robadas en el mercado suele tener muchos problemas. A veces son coleccionistas privados los que pagan altas cantidades por esas obras que no podrían conseguir por métodos lícitos. Otras veces se roba para pedir un rescate a la víctima o a la compañía de seguros. La Brigada de Patrimonio Histórico suele contactar con galeristas nacionales y del extranjero, además de pedir colaboración con policías de otros países especializados en la recuperación de obras de arte de todo tipo.
Además, estos agentes acuden a exposiciones de arte para ver si hay alguna obra robada que sale a la venta. De ahí la dificultad para colocar objetos artísticos robados en el mercado legal. Solo se suele recuperar el 15% de las obras robadas. De hecho, el negocio de venta ilegal de obras de arte se ha convertido en el tercer mercado negro del mundo, después del narcotráfico y el tráfico de armas, según los expertos.
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