PSC y PP, unidos en apoyo del imán
Cunit mantiene el trato preferente a los líderes condenados por acoso a la mediadora cultural - La oposición exige al gobierno local que rectifique
Habitualmente enfrentados en casi todo, PSC y PP mantienen un insólito idilio en Cunit (Baix Penedès). Juntos gobiernan el municipio y juntos mantienen la relación institucional preferente con los líderes de la comunidad musulmana local, condenados por coaccionar a una empleada municipal -la mediadora cultural Fatima Ghailan, también musulmana- por motivos como llevar un modo de vida más liberal que el que predican esos religiosos y no atender a su gusto las peticiones que estos islamistas formulaban en las dependencias municipales.
El juzgado penal 2 de Tarragona condenó el pasado día 2 a un año de cárcel al imán de la localidad, Mohamed Benbrahim, y a nueve meses al presidente de la Asociación Islámica, Alderraman El Osri, por orquestar una campaña de coacción "premeditada" contra Ghailan, para lograr que esta abandonara su puesto de trabajo. La sentencia, que censuraba a la alcaldesa y senadora socialista, Judit Alberich, por no defender a su trabajadora, sirvió para unir a toda la oposición. CiU, ERC e ICV presentaron hace una semana una moción exigiendo que el Ayuntamiento desacreditara a los condenados como interlocutores de su comunidad. PSC y PP unieron sus votos para tumbarla.
La dirección popular dice que ordenará la ruptura del pacto con los socialistas
Socialistas y populares evidenciaban así algo que venían haciendo desde el mismo momento de la sentencia: que el conflicto entre Ghailan y el imán era algo "privado", en palabras de la alcaldesa, y que, por tanto, no tenía que cambiar las relaciones entre el Consistorio y los condenados. Solo dos días después de la sentencia, el Ayuntamiento recibió y concedió una petición de El Osri en la que los condenados pedían usar el pabellón municipal para la fiesta del cordero, algo que les permitía ratificar su liderazgo entre la comunidad musulmana pese al revés judicial. La concejalía de Inmigración de Cunit, que asume directamente Alberich, concedió esa solicitud tras cerca de una semana de negociaciones. Los líderes celebraron el rito musulmán en el pabellón el 16 de noviembre.
Este apoyo del consistorio ha dado un balón de oxígeno a los sentenciados tras el fallo judicial. "Ganan crédito porque el Ayuntamiento sigue ayudándoles", ilustra Mustafá, habitual de la mezquita dirigida por los condenados y que también asistió al rezo de la fiesta del cordero. "Fue magnífica, ya nadie se cuestiona si hicieron algo malo", añade.
El imán, además, se halla implicado en otra causa: un juzgado de El Vendrell ha abierto diligencias contra él por supuestamente romper una orden de alejamiento dictada en protección de Ghailan.
La coordinación local de PSC y PP no se ha topado hasta el momento con reticencia alguna de las direcciones de ambos partidos. En el caso de los socialistas, ningún líder catalán o del Gobierno español ha querido censurar a Alberich, ni siquiera tras el varapalo judicial que supuso la condena de los líderes religiosos.
El caso de los populares es aún más desconcertante: mientras que el PP local apoya con sus hechos al imán y su mano derecha, el PP regional y nacional no ha dudado en hacer bandera del caso justo en sentido contrario. Los populares, por ejemplo, han registrado en el Congreso de los Diputados una pregunta para saber si el Gobierno central expulsará al imán dada "la nula voluntad que tiene para aceptar nuestras leyes y costumbres", señaló el partido
Las cosas, sin embargo, podrían cambiar pronto. La líder del PP en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, asegura ahora que si el Ayuntamiento de Cunit "no marca distancias con los condenados, romperemos en breve el pacto de gobierno".
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