El Príncipe ensaya su futuro

El Príncipe de Asturias ha acelerado el ensayo del futuro que le aguarda como Rey de España y Euskadi juega en ese futuro un papel de primer orden. "No cabe ninguna duda de que se está preparando el relevo, es obvio. Y el Príncipe está muy interesado en la sociedad que se va a encontrar cuando le toque regir", opina un alto cargo oficial como una de las razones que explican la amplia presencia del heredero de la Corona y su esposa este año en el País Vasco. Cinco veces ha acudido el Príncipe a Euskadi (a Vizcaya, en concreto) en 2010, cuatro de ellas con doña Letizia, más que nunca desde su matrimonio en mayo de 2004. En los últimos seis años el Príncipe ha realizado 13 viajes a Euskadi. "Busca tanto conocer la realidad vasca como que le conozcan a él de primera mano las entidades y personas que están al frente del país, tanto institucionales como privadas", agrega este alto cargo, que ha estado con el heredero en muchos de esos viajes.

"Está muy interesado en la sociedad que verá cuando reine", dice un alto cargo

Este año se ha convertido en el del relanzamiento de don Felipe y doña Letizia para darles mayor presencia pública y protagonismo, debido también a la reducción de actividades del monarca tras la operación a la que se sometió en Barcelona en mayo pasado.

"Don Felipe quiere ampliar su conocimiento sobre Euskadi y profundizar en las claves para interpretar la realidad vasca", inciden fuentes de la Casa Real. El tipo de actos y de visitas que aceptan entre las múltiples peticiones que reciben encajan además muy bien con su interés por los emprendedores, las nuevas tecnologías y los sectores más dinámicos de la sociedad, añaden estos medios. El componente económico, empresarial y vinculado a la investigación y el conocimiento ha marcado la mayoría de las actividades que los Príncipes han desarrollado estos años en Euskadi.

Además de la agenda pública, los viajes sirven para trenzar otra privada que da lugar a reuniones con grupos sociales y profesionales en las que el Príncipe puede ahondar en las cuestiones que le interesen. Un dirigente popular recuerda, por ejemplo, cómo en uno de los últimos actos un miembro del séquito de don Felipe aprovechaba los habituales corrillos para ir recabando las tarjetas de visita de la mayoría de los presentes y de quienes hablaban con él.

En su anterior visita en octubre, los Príncipes compartieron un almuerzo privado con el lehendakari, Patxi López, y su esposa, Begoña Gil, que sirvió como contacto político, pero, sobre todo, para conocerse mejor personalmente. "Hablaron de política, pero también de todo, como en cualquier comida de parejas, de hijos, aficiones, la familia", indica un político al tanto de lo tratado.

La mayor presencia de los Príncipes se ha registrado tras el cambio de Gobierno, aunque fuentes del mismo reiteran que "las visitas son decisión de la Casa Real". "Es cierto que la comunidad autónoma ha sido este año un destino bastante frecuente, pero no porque ahora el Ejecutivo sea distinto", agregan. "No ha habido ningún llamamiento especial desde el Gobierno solicitando ahora una mayor presencia de la Casa Real", coinciden otras dos fuentes socialistas, pero no ocultan su idea de que probablemente el cambio en Ajuria Enea haya hecho "más atractiva" Euskadi como destino institucional.

Aunque quizá pueda haber ahora algo más de empatía, "las relaciones con los anteriores Gobiernos de Ibarretxe siempre fueron exquisitas", recalcan medios de la Casa Real. "Y no hay ningún problema con el PNV", añaden. Con más o menos cercanía, la cordialidad y el respeto institucional han marcado siempre las relaciones de la Corona con las Administraciones gobernadas por los peneuvistas.

Al aspecto político se suma otro más personal: "Están muy a gusto en el País Vasco", reconocen fuentes de la Casa Real. "Don Felipe tiene una enorme empatía con la gente", abunda un político que ha compartido distintos momentos con él en Euskadi. "Ha ganado mucho en capacidad de sintonía", agrega un parlamentario.

Distintas personas que han conversado con el heredero durante sus visitas resaltan tanto su conocimiento previo de la actividad o el sector del acto en concreto como que la política, sobre todo en su vertiente más partidista, queda fuera de estas charlas. "Es de destacar el conocimiento exhaustivo de nuestras realidades que se percibe al instante en que se entabla conversación con ellos", se señala desde fuentes de la presidencia del Parlamento.

La relación con los Príncipes resulta particularmente fluida en el caso del alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, quien, por ejemplo, fue su anfitrión en el almuerzo privado de don Felipe y doña Letizia en un restaurante de la capital vizcaína durante su última estancia. "Parte de su buena relación se debe a la discreción y la confidencialidad del alcalde sobre sus encuentros", resaltan fuentes municipales. El regidor siempre ha preferido mantener por ello silencio público al respecto.

"Azkuna sabe que la presencia de los Príncipes en Euskadi, en Bilbao en concreto, tiene un claro efecto publicitario y de contagio y pone la imagen de la ciudad en el mundo", dice un parlamentario vizcaíno. Con ello en la mente, sin duda, un político donostiarra aprovechaba uno de los corrillos formados en su último acto para pedirle bromeando que se dejase ver más por San Sebastián.