"Para mí la música es encontrarme con amigos y compartir"
Georgie Fame asegura que su concierto de esta noche en la sala Kapital (21.00) acabará mañana en el Café Central, donde actúa su viejo colega de escenarios y amigo Ben Sidran (22.00). "He hablado con él por teléfono, no nos vemos desde hace dos años, en Tokio, y por supuesto que iré a verle, será una gran fiesta para todos. ¡Una gran reunión en Madrid! Para mí la música es así, encontrarme con los amigos, estén donde estén, y compartir con ellos lo que merece la pena de todo esto".
Para Fame (Manchester, 1943) lo que merece la pena de todo esto es, sencillamente, eso: música y un par de amigos dispersos por el planeta capaces de hablar, después de años sin verse, el mismo lenguaje.
En su concierto de hoy no serán sin embargo amigos quienes le arropen, sino sus dos hijos, con los que forma su banda desde hace años y con los que repasa una vida sobre el escenario. Al habla desde Suecia, Fame lo explica así: "El concierto que doy dentro de unos minutos es de jazz, con piano, aquí vengo desde hace 40 años porque conozco a músicos maravillosos y me encanta tocar con ellos. Pero lo que haré en mi gira por España [San Sebastián, Madrid y Bilbao], al órgano, será un poco de todo, cantaré a toda una vida dedicado a esto y ¡en esa vida cabe de todo!".
Fats Domino, Ray Charles, Smokey Robinson, Charlie Parker... De aquí y de allá, dice que todos ellos forman parte del variado espectáculo de su Big Band.
Ecléctico e inimitable, el anarquismo musical -ha pasado del pop, al rock y al jazz- es la bandera que ondea desde hace más de 40 años este músico de voz irresistible. Él canta y toca su órgano Hammond mientras sus hijos Tristan y James hacen lo suyo con la guitarra y la batería respectivamente. "Sí que es raro tocar con tu sangre y tu carne, pero es muy especial también, no tiene que ver con nada y eso que yo he tenido y tengo grandes amigos sobre el escenario. Para mí tocar en vivo es lo más importante y poder compartirlo con mis hijos ha sido un privilegio".
Fame explica que decidió quién era en los años sesenta, justo en el momento de su máxima popularidad gracias a éxitos como La balada de Bonnie y Clyde. "A principios de los años sesenta yo tocaba en el Flamingo y fue allí donde descubrí que lo que me interesaban no eran tanto los discos como aprender música. Creo que por eso nunca me he aburrido de esto, porque nunca he dejado ni de estudiar ni de aprender. La educación musical no es comparable a nada en este oficio, cada día descubres algo. ¿La última vez? Hace unos minutos, junto al técnico de sonido. Estábamos probando una nueva canción y los dos hemos descubierto algo completamente nuevo".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.