Gastos militares

En estos días es frecuente que nos desayunemos con cifras sobre la situación económica española que resultan, cuando menos, desalentadoras, sobre todo al compararlas con las de otros países del entorno que siempre hemos tenido como modelo. Nuestros lamentables valores de tasa de desempleo, porcentaje de déficit público o prima de riesgo de la deuda son solo algunos ejemplos que, por si no nos habíamos enterado, los políticos de la oposición se encargan de recordarnos en una cantinela que llega a resultar insufrible. Por eso me ha resultado gratamente sorprendente enterarme por la infografía que acompañaba a la crónica del enviado especial de EL PAÍS a la cumbre de la OTAN de Lisboa, que somos el cuarto país de esta organización que destina un menor porcentaje de su PIB a gastos militares. Solo Islandia, Luxemburgo y Bélgica dedican menos recursos relativos de su riqueza que nosotros al mantenimiento de sus Ejércitos. Creo que podemos estar orgullosos de este dato.