Rajoy cambia de modelo con las crisis: primero Irlanda, luego Francia, Alemania, Inglaterra...
No es precisamente Mariano Rajoy un líder al que le guste mucho entrar en los grandes debates sobre la economía europea. De hecho, el PP siempre ha intentado concentrarse en los aspectos españoles de la crisis y no en los internacionales para poder centrar el tiro en José Luis Rodríguez Zapatero. Sin embargo, en discursos y algunas entrevistas, el líder del PP sí ha ido estableciendo en los últimos años modelos de gobierno que le gustaban. Y los ha ido modificando en función de las crisis y de las decisiones que iban tomando estos, que contradecían la línea oficial del PP.
Antes de las elecciones de 2008, a las que el PP se presentó con una propuesta estrella de una gran bajada de impuestos, tanto del IRPF como del de sociedades, Irlanda era para los populares el modelo a seguir. La economía de este país crecía entonces por encima del 4%. Rajoy comparaba el impuesto de sociedades español (30% para grandes empresas y 25% para pymes, tras la bajada de cinco puntos marcada por Zapatero) con el de Irlanda (12,5%), ahora cuestionado por la Unión Europea. Y decía que era uno de los países que "más están creciendo y lo está haciendo de una manera más sana" precisamente gracias a la bajada de impuestos que él defendía.
Cuando el milagro irlandés entró en recesión, Rajoy dejó de citar ese país. Poco después, el modelo ideal parecía ser el de la Francia de Nicolás Sarkozy. Pero entonces el presidente francés empezó a hablar de "reinventar el capitalismo", apostó por un intervencionismo fuerte para salir de la crisis e incluso planteó un nuevo impuesto para las grandes fortunas. Una línea contradictoria con la del PP, que dejó entonces de utilizar a Francia para mirar hacia Alemania.
La canciller Angela Merkel, que competía electoralmente con los liberales de Guido Westerewelle, empezó a hacer propuestas de bajadas de impuestos en plena campaña. Ella también los había subido -el IVA, del 16% al 19%- pero prometió bajarlos. Después llegó la crisis griega, y Merkel, lejos de bajar impuestos, subió algunos -sobre todo uno a las eléctricas sobre la energía nuclear-.
En 2009, el PP era el único partido de la derecha europea que insistía en la receta de bajadas de impuestos y recorte de gastos. En 2010, para satisfacción de Cristóbal Montoro, portavoz económico, que vio cómo en parte le daban la razón, todos los Gobiernos europeos, conservadores y progresistas, cortaron los estímulos y empezaron los recortes drásticos. Pero ninguno bajó impuestos.
Ahora, abandonados los ejemplos de Irlanda, Francia y Alemania, Rajoy se ha centrado en la Inglaterra de David Cameron. Pero a la vista de que los drásticos recortes planteados en ese país -490.000 funcionarios menos y tasas universitarias triplicadas- generan críticas en España, Rajoy tampoco cita ya tanto a Cameron. El auténtico modelo europeo del PP está, por tanto, aún por fijar.
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