_
_
_
_
Reportaje:

Se busca estudiantes arriesgados

Las universidades UPV, Deusto y Mondragon impulsan la innovación con el desarrollo de varios proyectos - La mirada al ámbito empresarial, decisiva

"Tenemos que hacer de los estudiantes una comunidad más innovadora, unos alumnos más arriesgados, que no tengan miedo al fracaso". Son palabras del vicerrector de Innovación de Deusto, José Luis del Val, que defiende que la innovación, al igual que otras habilidades, como la comunicación o el liderazgo, se aprende. Lograr una sociedad innovadora supone cambiar la cultura del éxito por otra más libre, sin miedo al fracaso, más tendente a la experimentación y al cambio. Y la universidad es el mejor sitio para empezar.

La innovación forma parte de los retos diarios de las tres universidades vascas, la Universidad del País Vasco, Deusto y Mondragon, que la afrontan como uno de los fines de la investigación. Por ello, las organizaciones han suscrito convenios para impulsarlo, desde los apoyos de Innobasque y el Departamento de Educación, hasta el impulso de Ikerbasque, que en los últimos años ha incrementado su número de investigadores, pasando por el apoyo a la introducción de doctores y tecnólogos en las empresas con ayudas públicas para su contratación.

La UPV genera con sus avances entre seis y siete empresas propias cada año
Los responsables de innovación aseguran que los alumnos son emprendedores
Más información
La seguridad del prestador 'Izenpe'

Enfocados en el impulso de esta mentalidad, los responsables de desarrollar la innovación en las universidades coinciden además en apuntar hacia la mejor transmisión de los avances a las empresas y la sociedad.

La UPV realiza este acercamiento por medio de encuentros temáticos entre empresas y grupos de investigación. Próximamente se celebrará uno sobre biociencias, en el que 15 grupos de investigación, empresas e instituciones públicas podrán estrechar lazos y alcanzar acuerdos. En esta jornada se presentarán alternativas como una fórmula matemática para la gestión de quirófanos o un sistema de comunicación visual desarrollado por Bellas Artes para casos en los que el paciente de alguna emergencia no domine el idioma o tenga dificultades para expresarse.

Iñaki Largo, responsable de Relaciones con la Empresa de la UPV, muestra orgulloso esta iniciativa como la mejor manera de evitar lo siguiente: "muchas veces las tecnologías y los avances científicos se han quedado en las baldas de las universidades porque no se ha impulsado su entrada al ámbito empresarial". El propio proyecto de la UPV que ha sido reconocido como campus de excelencia, Euskampus, impulsa la transferencia de conocimiento entre las organizaciones que investigan, las empresas que desarrollan nuevos productos y la sociedad que se beneficia de las innovaciones.

Uno de los hándicaps para la relación entre las ideas novedosas fruto de la investigación y las empresas es el propio lenguaje, muy distinto en ambas esferas. Para traducirlo, la UPV estrenará en febrero una web para mostrar este catálogo de avances en investigación a las empresas. Deusto cuenta con un catálogo con la misma función.

Pero empresas y universidad no son universos separados. Las universidades avanzan para confluir con las entidades con fórmulas muy diversas como las empresas mixtas innovadoras, que la UPV está promoviendo con grandes empresas. Este tipo de entidades supone crear una filial de una organización ya estructurada en la que participa la universidad dotándola de soporte científico. Sin embargo, las propias universidades siguen creando empresas, las denominadas spin off. De ahí que el vivero de empresas de la UPV genera entre seis y siete empresas cada año, con más de 670 empleos creados. Deusto también avanza en ese camino con Deustokabi, que desde su puesta en marcha hace un año ya cuenta con siete empresas, mientras que Mondragon colabora con la incubadora Saiolan. Esta universidad centra su relación con las empresas en la investigación colaborativa, generando equipos de trabajo conjunto, pero su vicerrector, Joxe Mari Aizega, defiende la innovación como característica de las titulaciones y los propios centros, como la facultad culinaria, el Basque Culinary Center. "Se pueden hacer cosas radicales en lo positivo para encender el instinto emprendedor e innovador", valora.

Ese emprendizaje se basa a veces en patentes, el registro de ideas en el que la UPV lleva la delantera, y que quiere impulsar con Univalue, una empresa en cuya administración participarán nueve universidades públicas españolas y que se encargará de dar valor a las patentes y ejercer como agente hacia el mercado.

A pesar de que el ámbito científico-tecnológico es el más fértil, el área social también genera empresas de contenido innovador, como dos spin offs de psicología en la UPV. Sin embargo, Iñaki Largo reconoce que las entidades de innovación en el ámbito más social verán su desarrollo más importante en el futuro. Garbiñe Henry, responsable de este ámbito en Deusto, ejemplifica este tipo de innovación con investigaciones sociales para tomar decisiones, impulsar la participación ciudadana y de empresas con fin social. Una sociedad no innova si solo son sus productos los que son novedosos.

Por ello, una pregunta se antoja inevitable: ¿son innovadores nuestros universitarios, la sociedad del futuro? "Parece que en la sociedad ha calado un mensaje de que los jóvenes no son tan emprendedores como antes, pero estamos teniendo resultados muy positivos al abordar estas iniciativas", valora Del Val, al igual que Joxe Mari Aizega, que añade que los estudiantes "se comprometen con la innovación". Deusto cuenta con dos programas para potenciar estas competencias en sus alumnos, Ingenio en Bilbao e Innovandis en San Sebastián. Porque "la innovación, como otras competencias, hay que trabajarla en la universidad", asegura Del Val.

La propia universidad está siendo fuente de innovación, sobre todo con el cambio que supone el Plan Bolonia. La vicerrectora de Innovación Educativa de la UPV, Itziar Alkorta, valora que cada universidad esté forjando su propia manera de entender el proceso. La UPV ha apostado por Ikasketa Kooperatibo eta Dinamikoa, IKD, su propio modelo educativo. Con él se pretende enseñar a los alumnos a adaptarse a las diferentes situaciones, a desarrollar habilidades en base a un modelo que busca hacer del estudiante una persona "copartícipe en la gobernanza del título", con aulas que inviten a un aprendizaje menos pasivo y con normas adaptadas a los nuevos objetivos. Asimismo, se quiere fortalecer el vínculo con la sociedad con contactos permanentes con los distintos agentes.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_