Un plan de desarrollo de 132 millones en cinco años

La puesta en marcha de una brigada del Ejército afgano en Badghis, con unos 2.500 efectivos, es condición indispensable para que las tropas españolas puedan dejar la seguridad de la provincia en manos de las autoridades locales. El proceso ya se ha iniciado: un batallón de infantería se encuentra en Qala-i-Naw, donde se construye un acuartelamiento junto a la base española, y otros dos reciben instrucción básica en Kabul. Los expertos estiman que, si se cumplen las previsiones, la brigada puede estar operativa en 18 meses, el plazo que prevé la OTAN para iniciar la transición.

Pero no es esta la única condición que se debe cumplir. La libertad de movimientos entre la capital, Qala-i-Naw, y Bala Murgah, al norte de la provincia, es la verdadera piedra de toque. Mediante el despliegue de dos destacamentos avanzados, en Ludina y Moqur, las tropas españolas han logrado que la llamada ruta Lithium sea transitable, aunque de forma aún precaria. Sin embrago, sigue sin construir la Ring Road, la carretera de circunvalación que debe vertebrar Afganistán y solo se interrumpe a su paso por la provincia de Badghis. Para acabarla será necesario limpiar antes el valle del Murgah, corazón de la insurgencia.

Acuerdo a largo plazo

Habrá que mantener además el ingente esfuerzo de cooperación realizado en los últimos cinco años si se quiere alcanzar un mínimo desarrollo económico. Bagdhis ya no es la provincia más pobre de uno de los países más atrasados del mundo, pero sigue siendo misérrima.

Desde 2005, España ha invertido allí más de 132 millones de euros; este año prevé gastar otros 20. Ello ha permitido, por ejemplo, construir en Qala-i-Naw un hospital que presta asistencia a los casi 700.000 habitantes de la provincia; un aeropuerto; más de 150 kilómetros de carretera; seis escuelas primarias y 150 módulos a los que acuden más de 14.000 alumnos; una escuela de enfermería; y una granja de experimentación agrícola. "No hemos hecho un esfuerzo tan grande para tirarlo por la borda y marcharnos antes de acabar la tarea", ha advertido Zapatero.

El año 2014 no será el de la completa salida de las tropas de la OTAN de Afganistán. Incluso cuando las autoridades locales asuman su seguridad y se retiren las tropas de combate aliadas, aún quedarán miles de instructores. La cumbre de Lisboa aprobará una asociación a largo plazo entre la OTAN y Afganistán, "con respeto a su soberanía e independencia, a su cultura y a sus tradiciones".