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Rescates a coste cero

La amenaza de la Generalitat de cobrar a los montañeros imprudentes cumple un año sin ningún euro recuperado

La Generalitat de Cataluña no ha cobrado aún por ninguno del millar de rescates llevados a cabo desde primeros de octubre de 2009, cuando entró en vigor la normativa que le permite cobrar por los servicios de salvamento cuando la emergencia sea claramente atribuible a una imprudencia de los rescatados. Pese a la mano dura anunciada por el Gobierno catalán, la dificultad de concretar las negligencias de los montañeros ha dejado sin ningún efecto práctico la medida.

El pasado 15 de enero, por ejemplo, tres personas quedaron sepultadas por un alud mientras practicaban snowboard fuera de pistas en la estación de Masella. La estación aseguró que el incidente fue provocado por los propios esquiadores, a los que la Generalitat decidió no cobrar el importe del rescate porque se demostró que no había ninguna señal que prohibiera el acceso ni alertara del riesgo. Una operación de rescate tiene un coste de 30 euros por hora y bombero; el de un vehículo, de 39 euros por hora, y el de un helicóptero, de 2.271,5 euros por hora.

Los bomberos salvan a tres excursionistas en Aigüestortes

La normativa señala que deberán pagar el coste de la actuación de los bomberos las personas que deban ser rescatadas en lugares señalizados como peligrosos, quienes no lleven el equipo adecuado -ropa y calzado- para la actividad que se realiza y si se solicita el servicio sin motivos objetivamente justificados. Los bomberos actúan en todos los rescates que se pidan sin cuestionar si el servicio corresponde a alguno de estos tres supuestos.

La Generalitat sostiene que el hecho de que aún no hayan cobrado ningún rescate demuestra que la medida no tiene un afán recaudatorio, sino disuasorio de prácticas de riesgo alejadas del sentido común. Pese al riesgo de tener que pagar la tasa de rescate, las cifras indican que no se ha producido un descenso significativo en el número de peticiones de ayuda por pequeñas incidencias, situaciones de emergencia o accidentes en la montaña. Durante el año 2009 se realizaron 1.050 servicios y 775 hasta finales de octubre de este año. Agosto es cuando se registra un mayor número de incidencias.

El último rescate, en el que intervinieron cinco dotaciones de los bomberos, se produjo ayer de madrugada en el parque nacional de Aigüestortes, donde tres excursionistas se desorientaron y se perdieron con la llegada de la noche. Gracias a las indicaciones que dieron a través del móvil, se les pudo localizar a la una de la madrugada, aunque no pudieron ser rescatados, en perfecto estado de salud, hasta tres horas más tarde.

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Pese a que aún no se ha cobrado ningún rescate y es posible de que tampoco se haga por este último, la Generalitat lleva años enviando la factura a las personas evacuadas para que conozcan el coste de la operación, que de media es de unos 3.000 euros. Los rescates de montaña suponen cada año un gasto de entre 1,5 y 2,5 millones de euros. Las intervenciones más habituales son por excursionistas heridos o extraviados en la montaña, y accidentes en escalada, barranquismo, espeleología, parapente y esquí.

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