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ELECCIONES CATALANAS | Faltan 11 días

Mas quiere seducir al votante del PSC con el concierto económico

Àngels Piñol

Esquerra ha logrado marcar el paso de la campaña al decir que en Andalucía "no paga impuestos ni Dios" y Convergència, para no cederle más terreno, se apresuró ayer a exponer una larga lista de agravios que, a su juicio, sufren los catalanes en comparación con ciudadanos del resto de España. Artur Mas acudió a Sabadell con decenas de datos bajo el brazo intentando seducir a los votantes socialistas con la necesidad de lograr el concierto económico. "Y lo digo aquí, en Sabadell, en el área metropolitana. Tenemos el 9% de déficit fiscal anual que se va y no vuelve. ¡Son 2.500 euros al año por cada catalán y entre 7.500 y 10.000 por familia!", avisó.

Rodeado de su familia más próxima, entre ellos su madre, Montserrat Gabarró, de Sabadell, ciudad feudo del alcalde socialista Manel Bustos, Mas pintó un panorama negro y recitó la lista de desagravios: el 14% de becas para alumnos catalanes de primaria y ESO frente al 42% del conjunto de España y el 50% de Andalucía; el 17% de becas para los universitarios y el 7% de becas para los catalanes; o que Cataluña es el único lugar donde los padres tienen que pagar por los portátiles para sus hijos, donde la gasolina es más cara y donde el tripartito, pese a la promesa de PSC, ha sido incapaz de suprimir un solo peaje.

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Ante tanto nubarrón, Mas reclamó el voto útil y especialmente el apoyo de los electores socialistas después de que, recordó, un dirigente del PSC (Miquel Iceta, a quien no citó) dijera que rechazaría el concierto aunque se lo ofreciesen. "Si ellos no quieren resolver el problema fiscal, tenemos que decir a los votantes socialistas que nosotros les defenderemos mejor. No pedimos nada extraordinario. Lo tienen en Euskadi y Navarra. ¡Este dinero que se va y no vuelve es el esfuerzo de las ganas de pencar!", dijo tocando la fibra del bolsillo.

Mas ha empezado a subir el tono de los mítines y a pedir que no se escape ni un solo voto para que no le suceda el caso imaginario de Joan Pérez, el hombre del vídeo cómico de propaganda de CiU cuya abstención propicia la reedición del tripartito. Ayer, por primera vez, Mas aludió al caso Palau en un mitin al señalar que esperan muchas más "pieles de plátano" por parte del Gobierno de izquierdas. No prometió ni subvenciones, ni ayudas ni milagros, pero deslizó algo que presagia que su optimismo es trepidante: sostiene que si la economía y la política no lo permiten, Cataluña tiene en la cultura un largo recorrido como país independiente y que si gana no se mantendrá en la Generalitat más allá de 2022.

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