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Suu Kyi ofrece a la Junta Militar negociar el futuro de Myanmar

La líder opositora se tomará tiempo para diseñar su política

La líder opositora Aung San Suu Kyi pidió ayer unidad a todos los birmanos y les animó a que no pierdan la esperanza y luchen por sus derechos, durante el discurso que efectuó en la sede de su partido en Yangón, capital de Myanmar (antigua Birmania). La premio Nobel de la Paz (1991) habló ante miles de entusiasmados seguidores un día después de que fuera liberada del arresto domiciliario al que ha estado sometida durante siete años y medio. Suu Kyi dejó claro que tiene intención de jugar un papel clave en la vida política de este país de 50 millones de habitantes regido con mano de acero por la Junta de los generales, a quienes ofreció conversaciones directas.

"Tenéis que levantaros por lo que es correcto. Si queremos conseguir lo que queremos, tenemos que hacerlo de forma adecuada", dijo con tono firme, ante los aplausos y gritos de "te queremos, Suu" de unos 5.000 partidarios, congregados en el exterior del edificio de la Liga Nacional para la Democracia (LND), informa Associated Press. "Democracia es cuando el pueblo puede supervisar al Gobierno. Aceptaré que el pueblo me supervise", señaló.

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Suu Kyi, de 65 años, afirmó que antes de dar cualquier paso quiere "oír la voz de la gente" y "trabajar con todas las fuerzas democráticas". "Después, decidiremos lo que queremos hacer". La opositora, que ha pasado 15 de los últimos 21 años en la cárcel o bajo arresto en su casa, recordó su firme compromiso con "los derechos humanos" y "el gobierno de la ley", e insistió en que "la base de la libertad democrática es la libertad de expresión".

La carismática líder aseguró que no guarda rencor a la Junta y que fue bien tratada durante el cautiverio. Un tono conciliador que parece indicar su deseo de implicar a los militares en su estrategia política. Preguntada en rueda de prensa sobre su mensaje al líder de la Junta, el general Than Shwe, contestó: "Reunámonos y hablemos de forma directa. Estoy a favor de la reconciliación nacional. A favor del diálogo". Sin embargo, declinó comentar claramente si pedirá el fin de las sanciones internacionales. En el pasado, las ha apoyado, pero muchos consideran ahora que contribuyen a la mala situación crónica de la economía de Myanmar.

Tanto el Gobierno como los abogados de la disidente afirman que ha sido liberada sin condiciones. Pero tendrá que andar con pies de plomo. Está por ver si la hija del general Aung San, líder de la independencia birmana, tiene realmente libertad de acción.

La LND, que barrió en las elecciones de 1990 -triunfo nunca admitido por los militares-, fue disuelta por la Junta en septiembre por haber boicoteado, el 7 de noviembre, las primeras elecciones celebradas en el país en 20 años, calificadas de fraudulentas por la dividida oposición.

Suu Kyi se dirige a sus partidarios en Yangón.
Suu Kyi se dirige a sus partidarios en Yangón.GETTY

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