Un cajón de sastre para evitar el debate y la polémica
Coloquialmente es la ley escoba, la que arrastra las medidas que acompañan a los presupuestos del año siguiente. Pero el Gobierno regional de Esperanza Aguirre ha convertido la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas en un cajón de sastre en el que cuela todas las medidas polémicas y, de paso, evita la discusión pormenorizada de cada texto legal.
La que presentó ayer incluye de una tacada la polémica reducción de la representación sindical, el aumento de ayudas a los colegios privados o el recorte de empresas públicas. El año pasado utilizó la última ley del año para modificar 11 normas regionales de peso como la Ley de Suelo o la de Cajas. En el primer caso, amplió el procedimiento de urgencia para flexibilizar las licencias. La reforma de la Ley de Cajas perseguía controlar el poder en Caja Madrid. En 2008, hubo una tramitación polémica: la ley abrió el camino para privatizar del Canal de Isabel II.
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