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Crítica:JAZZ
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La veteranía es un grado... o dos

La noticia corrió como la pólvora: "A Cifu (Juan Claudio Cifuentes) le han dado un Ondas". La campaña promovida por un grupo de aficionados ha llevado al más popular de nuestros speakers jazzísticos a los altares mediáticos, y hay quien todavía no termina de creérselo. Con esto que, el viernes, tuvimos a Cifu hecho un pincel, recibiendo el reconocimiento de los suyos, y qué mejor sitio para ello que el San Juan Evangelista.

Cifu -la veteranía es un grado- le hizo los honores a otro ilustre veterano, el francés Martial Solal, 83 años, y como si acabara de salir del cascarón. Apabullante es la palabra.

La música de Solal es un viaje a lo desconocido para el que no es necesario mucho: un piano y una luz tenue, "para sentirse como en casa". Poco importa que el repertorio lo compongan algunos de los estándares más manoseados de la historia. Solal consigue que suenen a recién cocinados, lo que ya es decir, cuando se está hablando de Boddy & soul, Tea for two, Autumn leaves... en las interpretaciones de Martial Solal ocurren tantas cosas que uno termina buscando inútilmente el botón de rewind en busca de una segunda oportunidad para asimilar lo escuchado.

"Tan emocional es la alegría como la tristeza. Hay que vivir inspirado, agradecido"

Y es que la imaginación del pianista, verdaderamente, no tiene límites. Generoso como en él es costumbre, no abandonó la escena sin antes batir algún récord mundial de bises. Si fuera por él, ahí seguiríamos.

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