Medvédev desata la ira de Japón al viajar a las Kuriles
Dmitri Medvédev visitó ayer el archipiélago de las Kuriles del Sur y se convirtió así en el primer presidente ruso que se desplaza a aquel territorio. Su viaje de trabajo de varias horas motivó una protesta oficial de Japón, país que disputa la soberanía de Moscú sobre esas cuatro islas del océano Pacífico, que la Unión Soviética ocupó en 1945, después de que el emperador Hirohito anunciara la capitulación japonesa, el 14 de agosto, y antes de que esta se firmara oficialmente el 2 de septiembre de aquel año.
El archipiélago de las Kuriles del Sur, en la toponimia rusa -los Territorios del Norte, en la japonesa-, está en una zona estratégica que cierra la salida del mar de Ojotsk al Pacífico.
De vuelta de un viaje a Vietnam, Medvédev aterrizó en la isla de Kunashir (Kunashiri en japonés). Ya en octubre, tras viajar a China, el presidente ruso intentó llegar a las Kuriles, pero tuvo que desistir debido a las caprichosas condiciones climatológicas que a partir del otoño restringen las comunicaciones con aquellos territorios dependientes administrativamente de la región de Sajalín.
El nivel de vida de las Kuriles -donde viven unas 15.000 personas- es precario. Las autoridades rusas anunciaron amplios programas de desarrollo socioeconómicos para 2007-2015, pero estos se han recortado debido a la crisis económica, según el diario Kommersant. Los recortes para 2010 eran de un 21% sobre lo previsto y afectaban a la reconstrucción del aeropuerto de Kunashir, así como al muelle -que Medvédev visitó- y otras obras de infraestructura y comunicaciones del archipiélago. Ya en 2009 la financiación de los programas de desarrollo de las Kuriles fue recortada en un 30%, señalaba el periódico. El contencioso de las Kuriles impide la firma de un tratado de paz entre Rusia y Japón.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.