El PP aumenta la presión al Gobierno pese a los datos que recibe sobre ETA
Rubalcaba informó a Trillo de que no hay contactos con los 'abertzales' - Los populares fuerzan a López a citar a Basagoiti a una reunión el viernes
El Gobierno ha desmentido al Partido Popular, en privado y en público, que se haya producido cualquier contacto con Batasuna y ha negado que haya intención de dar pasos para legalizar a la izquierda abertzale y permitir de esta forma su presencia en las elecciones municipales del 22 de mayo. Pero, aun así, los dirigentes del PP mantienen la presión sobre el Ejecutivo en este asunto, azuzados por un sector del partido y varios medios de comunicación.
El jueves, el vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, mantuvo una larga conversación con Federico Trillo, su habitual interlocutor en el PP sobre asuntos de terrorismo, para negarle esos contactos. El PP admite que recibió garantías de que no hay contacto alguno con la ilegalizada Batasuna, de que no hay intención de aceptar el emplazamiento de ETA a hablar, de que se exige el anuncio del final definitivo del terrorismo y de que no hay cambios en la aplicación de la Ley de Partidos. Trillo informó a Mariano Rajoy sobre la versión oficial que, según fuentes del PP, era inequívoca y negaba las especulaciones publicadas los últimos días.
Los populares exigen que haya una sola voz clara en el Ejecutivo
Y ayer, el consejero de Interior, Rodolfo Ares, habló con el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, para transmitirle idéntica versión. Especialmente, para negarle una supuesta reunión del PSE con la izquierda abertzale publicada ayer en tres periódicos vascos. Otros dirigentes socialistas trasladaron el mismo mensaje a miembros de la ejecutiva del PP vasco.
El desmentido privado fue acompañado de un comunicado del PSE y de la versión oficial reiterada por Rubalcaba tras el Consejo de Ministros. Pero el PP insistió en pedir explicaciones a través de dirigentes como el vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, y el presidente del PP alavés y dirigente del Grupo Popular, Alfonso Alonso.
"Lo que oímos es barullo y lo que exigimos es claridad. Pedimos al Gobierno que no dé vueltas ni busque atajos, que se dedique a lo que se tiene que dedicar", aseguró González Pons. "Tengo la sensación de que hay un cambio de estrategia hacia Batasuna y ETA, que sale directamente de La Moncloa", afirmó Alfonso Alonso.
Además, los populares vascos pidieron la convocatoria de la comisión de seguimiento del pacto de Gobierno en el País Vasco, para que el Ejecutivo autónomo dé las mismas explicaciones que ya les ha ofrecido en privado. La respuesta inmediata del Gobierno vasco fue cerrar una reunión entre el lehendakari, Patxi López, y Basagoiti para el próximo viernes, para facilitar toda la información al PP. Los populares no tienen intención de romper ese pacto, que ha superado otros escollos como el acuerdo de Zapatero con el PNV. Pero, pese a recibir explicaciones reiteradas, han forzado esa convocatoria, que lleva al pacto a su momento más difícil.
Fuentes oficiales del PP aseguran que no tienen elementos suficientes para rebatir las explicaciones que les ha dado el Gobierno, pero el propio Rajoy, quien habló ayer con la dirección de su partido en Euskadi, ha autorizado que se mantenga la presión y se pida la convocatoria de esa reunión en el País Vasco. Quieren que Patxi López se retrate en público, por lo que también han registrado en la Cámara vasca una proposición no de ley para que el Parlamento inste al Gobierno a "impedir que Batasuna, burlando su situación de ilegalidad por cualesquiera fórmulas", pueda acudir a las elecciones municipales de 2011.
Según esas fuentes, sí hubo malestar del PP con el Gobierno porque durante varias semanas se habían interrumpido los contactos con Interior. Aseguran que el Gobierno ha alimentado cierta confusión en las últimas semanas, sin que haya habido la claridad necesaria. Citan, por ejemplo, la frase de Zapatero cuando dijo en La Moncloa, tras anunciar el nuevo Gobierno, que los pasos que da la izquierda abertzale no serán "en balde". Exigen una voz clara del Ejecutivo que corte de raíz las especulaciones, "sea López, Rubalcaba o Zapatero, pero no se puede reanimar a un muerto", según un parlamentario vasco.
Un sector del PP ha presionado en los últimos años a la actual dirección para que se enfrente al Gobierno por una supuesta segunda fase del llamado proceso de paz. Jaime Mayor Oreja insiste en esta tesis en cada reunión de la dirección del partido, pero esta ha hecho hasta ahora caso omiso.
Incluso el PSOE y el PP han pactado una proposición de ley para endurecer las exigencias a las formaciones ilegalizadas para volver a concurrir en las elecciones.
Desmentidos de la reunión con Batasuna
- El PSE desmintió ayer "tajantemente cualquier reunión con dirigentes de Batasuna", en alusión a las informaciones de El Correo, Diario Vasco y Deia. Los socialistas vascos negaron que José Antonio Pastor, portavoz del PSE-EE, y Alfonso Gil, secretario de Organización, se hubieran reunido con el líder de la izquierda abertzale, Rufi Etxebarria, o con la abogada Jone Goirizelaia, tal y como aseguraban estos tres diarios.
- La izquierda
abertzale negó "la reunión entre sendas delegaciones del PSE" y miembros de su organización. "Dicha reunión no se ha producido", zanjaron los herederos de Batasuna, que consideraron, no obstante, "imprescindible" crear un escenario en el que la interlocución y el diálogo entre los agentes políticos se den de forma normalizada.
- Brian Currin rechazó "categóricamente" haberse reunido con ETA y aseguró en un breve comunicado que ninguno de los firmantes de la Declaración de Bruselas mantendrá "contacto alguno" con ETA hasta que la banda declare "un alto el fuego unilateral, permanente y verificable".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.