Cinco regiones brasileñas pretenden imponer 'leyes mordaza' a la prensa
El objetivo es crear consejos públicos para controlar a los medios de comunicación
La próxima presidencia de la República de Brasil deberá lidiar con un tema espinoso que ha flotado como un fantasma durante toda la campaña electoral. Cinco regiones del país -Ceará, Bahía, Alagoas, Piauí y São Paulo- barajan la implantación de consejos de comunicación con la finalidad de controlar a los medios. En cuatro de esos Estados, la iniciativa ha partido de un político del Partido de los Trabajadores (PT, en el Gobierno).
La creación de dichos consejos es una recomendación de la Conferencia Nacional de Comunicación, en la que se negaron a participar los grandes medios, que fue realizada el año pasado por el Gobierno y cuyas decisiones finales deben ser aún aprobadas por el Congreso. Dichos Estados justifican la creación de estos consejos para "orientar, fiscalizar, dirigir y producir informes" sobre las diferentes actividades periodísticas.
El control mediático ha sido un asunto muy espinoso en la campaña electoral
La finalidad de esas cinco regiones es convertir dichos consejos en "deliberativos". El director general de la Asociación Brasileña de Emisoras de Radio y Televisión, Luis Roberto Antonik, ha advertido ya que los Estados "no tienen competencia para regular la actuación de los medios". Antonik teme que estas iniciativas regionales acaben siendo recibidas por el Gobierno central como "un clamor para justificar que se acabe imponiendo el control de los medios".
Ninguno de los dos candidatos a la presidencia, la oficialista Dilma Rousseff y el opositor José Serra, han negado la necesidad de la libertad de expresión. Sin embargo, la oposición continúa achacando al PT la tentativa de buscar instrumentos jurídicos y políticos para controlar los medios de comunicación.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, a pesar de su continua insatisfacción con la prensa, a la que acusa de "esconder los logros de su Gobierno", consiguió durante sus casi ocho años en el poder frenar el ímpetu de la corriente más izquierdista de su partido, que varias veces ha intentado crear un consejo de vigilancia de los medios.
Llegó a plantearse que una comisión, en la que también participaría el Gobierno, pondría puntos de buena o mala conducta a los informadores de prensa, radio y televisión, que llegado el caso podrían perder su permiso para informar. Pero si las elecciones las ganara, como hacen prever los sondeos, la candidata de Lula, se cree que ella no tendría el peso necesario en el partido para contener al ala más izquierdista del mismo. Durante la campaña, Lula ha intensificado sus ataques a los medios por haber publicado toda una serie de presuntos escándalos de corrupción que, según los analistas, impidieron a su candidata ganar en la primera vuelta.
Lula ha querido convertir su cumpleaños en el último gran acto electoral a favor de su protegida. "Dadme como regalo de cumpleaños la victoria de Dilma", ha pedido el presidente brasileño, que ayer cumplió 65 años. Rousseff continúa en los sondeos 12 puntos por delante de José Serra.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.