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López avisa del posible efecto negativo del Concierto para las arcas vascas

El 'lehendakari' evita concretar las cifras de las bonificaciones empresariales

Los riesgos que entraña el sistema de Concierto Económico, incluyendo el pago de un Cupo al Estado por los servicios que presta en la comunidad autónoma, que el año pasado ascendió a 1.025 millones de euros, se verán posiblemente en este mismo ejercicio. Así lo advirtió ayer el lehendakari, Patxi López, en la primera sesión de control del nuevo periodo de sesiones, al responder sobre el signo positivo o negativo que ofrecerá el balance de las bonificaciones a la contratación empresarial, añadidas por el PNV al traspaso de las políticas activas tal y como lo había negociado el Gobierno.

López, quien ya la semana pasada admitió en China que ese saldo podría ser negativo, es decir, que la comunidad autónoma puede tener que pagar a la Seguridad Social más de los 145 millones que se descontará del Cupo por ese extremo, reiteró en sede parlamentaria tal riesgo. Y no solo eso, sino que lo extendió al Cupo en su conjunto.

El Cupo de este año crecerá al aumentar la recaudación estatal

López aventuró esa posibilidad al responder al parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, que cuestionaba el privilegio que supone recibir el 6,24% del gasto total del Ministerio de Trabajo en bonificaciones a las empresas por contratación mientras Euskadi suma solo el 3,1% de los parados de España.

Maneiro cuestionó que la comunidad autónoma haya corrido nunca riesgo alguno. "Dígame cuándo la aplicación del Concierto ha sido negativa para las arcas del Gobierno vasco", inquirió. "Ahora posiblemente", respondió López, "y no hablo solo de estas políticas [las de empleo con las bonificaciones], sino también de cuando negociemos el Cupo este año". "A ver qué pasa", dejó en el aire el lehendakari, quien insistió en que el riesgo unilateral que supone el Concierto es algo para todas las épocas: "Cuando las cosas van bien, muy bien, y cuando van mal, nos las comemos con patatas, porque no hay un papá Estado para compensarnos nada". "Ahora posiblemente nos toque la parte de riesgo negativo", abundó.

La explicación a las palabras del lehendakari se halla en el modo en que se fija el Cupo en los años siguientes al que se toma como base. La última renovación data de 2007 y la periodicidad es quinquenal. En los años intermedios, la cantidad a pagar por Euskadi se calcula en función de un índice que depende de la recaudación impositiva de la Hacienda del Estado. Cuando esta baja, la cantidad a pagar se reduce también. Por tanto, el año pasado, el Cupo vasco se fijo en 1.025 millones de euros porque la recaudación en el conjunto de España cayó un 17%. En 2010, la previsión es que esa recaudación suba un 8,1%. Los presupuestos vascos para 2011 incluyen ya un costo mayor del Cupo que se pagará sobre este año, que cifran en 1.242 millones de euros. Es decir, la previsión de pago se eleva 217 millones más que el año pasado, siempre según esta explicación y las cantidades detalladas por el Departamento de Economía y Hacienda a EL PAÍS tras la intervención del lehendakari.

Respecto del balance con las bonificaciones, López eludió de nuevo dar cifras. "No se puede hacer una valoración", aseguró, hasta que no haya "una certificación expresa de la Tesorería de la Seguridad Social", algo que "todavía no existe". En todo caso, el traspaso de las políticas activas en su conjunto es beneficioso "sí o sí", defendió frente al portavoz económico del PP, Antón Damborenea.

Los números de las bonificaciones podrán ser positivos o negativos, pero del mismo modo que ocurre con el resto de las competencias, sostuvo.

Damborenea consideró "mosqueante" que ni ayer el lehendakari ni el miércoles en el Congreso el secretario de Estado, Octavio Granados, concretasen una cifra y reprochó a López su ausencia del final de las negociaciones: "Ni estaba el año pasado ni está este", sostuvo.

Reducciones en el IRPF

El lehendakari se defendió ayer de los reproches de EB por haber pospuesto el debate fiscal que viene proponiendo desde que llegó al Gobierno hasta después de las elecciones locales y forales de 2011. "Eso es perder 12 meses más", le dijo el parlamentario de EB, Mikel Arana.

López reiteró, como en el reciente debate de política general, que la situación preelectoral que viven las Diputaciones no es la adecuado para abordar ese debate global, que debe dilucidar cómo sostener los servicios a medio y largo plazo y en el que los entes forales tienen casi todo que decir, puesto que suyas son las competencias.

Sin embargo, apuntó que hay modificaciones que pueden realizarse sin esperar más. Por ejemplo, señaló que el Gobierno es partidario de "aliviar la aportación en el IRPF" a las rentas más bajas. "Son cosas que podemos hacer ahora", dijo, aunque se cuidó de no precisar el umbral de ingresos y de hablar de gravar las rentas altas.

López tiene aquí un aliado en el diputado general de Álava, Xabier Agirre, quien ya se mostró partidario de esa medida y polemizó con dirigenets de su partido.

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