Montilla reivindica la obra de un tripartito en sus horas más bajas

La marca Gobierno tripartito goza de una popularidad bajo mínimos en Cataluña. La mayor parte de ciudadanos en las encuestas, e incluso los partidos que lo integran (PSC, Esquerra e Iniciativa), no quieren ni oír hablar de reeditar esta fórmula de Gobierno, más asociada a la algarabía que a la eficiencia en el imaginario colectivo.

Pero el presidente de la Generalitat, José Montilla, está convencido de que la experiencia ha valido la pena y ayer hizo una encendida defensa de la obra de la coalición que ha gobernado Cataluña los últimos siete años en el acto de balance de legislatura y de convocatoria oficial de las elecciones del 28 de noviembre. Tras llamar a sentirse "orgullosos" de la obra de Gobierno, el presidente catalán pidió a sus colaboradores que defiendan con uñas y dientes la labor que tanto cuestiona la oposición.

"No somos el guirigay del tripartito que dicen algunos (...) somos el Gobierno de Cataluña, el Gobierno de Entesa, no somos la desunión sistemática. Tenemos sensibilidades diferentes", dijo Montilla asegurando que la coalición de la izquierda refleja mejor que cualquier otra opción el carácter plural de la sociedad catalana. Montilla resaltó su capacidad de liderazgo de esta diversidad y reconoció que le ha tocado lidiar con momentos "difíciles", sobre todo por la crisis económica. "Yo no reniego del acuerdo que las fuerzas de izquierdas sellaron hace siete años y espero que muchos de vosotros penséis lo mismo", espetó el presidente.

No es que Montilla defendiera la reedición del tripartito en el futuro, pero sí llamó a los partidos que lo integran a que propaguen la obra de un Gobierno que, dijo, "ha trabajado más que los siete anteriores". Citó el desarrollo del Estatuto que, pese a la losa de la sentencia del Tribunal Constitucional, ha aportado hasta el momento 19 nuevas competencias a la Generalitat.Pero el mayor ímpetu lo puso Montilla en la agenda social de su Gobierno. Reiteró que nadie como el tripartito ha construido hospitales, centros de salud, juzgados e incluso prisiones.

Montilla admitió que la legislatura "no ha sido fácil", en una crítica velada a Jordi Pujol y los gobiernos de CiU, aunque rehusó los personalismos. Así, reivindicó la cultura de la coalición y de la concertación social, algo que, a su juicio, queda probado con los pactos nacionales, los grandes acuerdos que el Gobierno catalán ha alcanzado con agentes socioeconómicos en ámbitos como inmigración e infraestructuras, entre otros. Además, destacó que ha habido "más control" en la gestión pública y la "desgubernamentalización" de los medios públicos de la Generalitat.

Habrá que ver si los socios de Gobierno siguen las directrices de Montilla. Ayer está claro que no lo hicieron: ni el presidente de Esquerra Republicana de Catalunya, Joan Puigcercós, ni el de Iniciativa, Joan Herrera, en plena precampaña electoral, asistieron a la conferencia, pensada para resaltar el carácter presidencial de Montilla y con la platea repleta de cargos socialistas. Sendos portavoces de ICV y ERC restaron trascendencia a las ausencias de sus líderes y aseguraron que estos no acudieron por problemas de agenda.