3.000 euros por ver al Papa

Como dijo la semana pasada el portavoz de la Conferencia Episcopal, "cualquier viaje del Papa es un negocio en términos espirituales y económicos, gracias a Dios". Pero los precios que están alcanzando los pisos, "casas rurales" (no de turismo rural) y habitaciones ofrecidos por particulares a través de Internet claman al cielo. Benedicto XVI viene poco y hay que rentabilizarlo, porque ya le costarán bastante a las arcas públicas esas ocho horas. Algunas tarifas de arrendamiento por tres días (5, 6 y 7 de noviembre) rondan los 3.000 euros.

Y ya que los posibles clientes son de fuera, no se enteran, no conocen, a las páginas de anuncios inmobiliarios de la red han saltado ofertas de pisos en Miño (allí solo 1.200 euros, wifi en el domicilio y chófer para recogida en el aeropuerto y traslados incluidos) o en los "barrios" (así se anuncian) compostelanos de Teo y Bertamiráns. Por encontrarse, en esta avalancha creciente de anuncios, hasta se encuentran habitaciones "a media hora" de Santiago que se alquilan por el módico precio de 500 euros la noche, en torno a cuatro veces lo que costaban las del Hostal dos Reis Católicos (con vistas a la misa papal de O Obradoiro) antes de agotarse, al día siguiente de conocerse la noticia de la visita papal, las plazas para esas fechas.

Cuando aterrice el avión repicarán las campanas de 1.070 parroquias

"Convivirán con una estudiante que les servirá como guía en la ciudad"

Lo que se aprecia en la redacción de muchos de estos reclamos colgados por particulares es que los habituales moradores de las viviendas ceden sus propios pisos para hacer caja en unas fechas en las que van a preferir estar fuera. La mayoría de los pisos están totalmente equipados. Hay, incluso, comida en la nevera que ofrecen como atractivo. Y en ocasiones hasta habrá que compartir pasillo, cocina, salón y baño con otros inquilinos de más larga duración.

La única pega que tiene un piso que se ofrece en la rúa do Franco es que es un segundo sin ascensor. Lo demás, a juzgar por el anuncio, son todo ventajas: "Durante su estancia en un cuarto aislado, convivirán con una estudiante de quinto año de Historia del Arte, a quien podrán acudir en cualquier caso para que les facilite la visita o incluso como guía y acompañante a puntos de interés", reza un reclamo. "En caso de que necesiten que se les reciba en el aeropuerto, acercarles a museos, iglesias o capillas, ella misma les facilitará, por su formación, buenas guías editadas para consulta sobre la historia y los puntos claves de la ciudad santa". Pero lo mejor de esta oferta es el precio: "1.600 euros por cuarto, no variables en caso de ocupar una o dos personas el mismo, ni tampoco si su visita se prolonga de una a dos noches".

En el "barrio" de Milladoiro, las habitaciones llegan a costar 800 euros, y "en pleno camino de Santiago", para sentirse peregrino por tres días, hay pisos a 2.900. Muy caros si se tiene en cuenta que en el barrio de Fontiñas, donde "basta recorrer los últimos metros" de la ruta jacobea para alcanzar la catedral, se alquila un piso de tres dormitorios con televisión de pantalla plana, ordenador, wifi, libros, juegos, películas, play station y un "centro comercial con cine 3D" en las inmediaciones a solo 1.000 euros.

También se han empezado a ofrecer en alquiler, aunque más tímidamente, las primeras plazas de garaje por 100 euros durante "24 o 48 horas". No obstante, a diferencia de en Barcelona, donde los vecinos de la Sagrada Familia han puesto precio a sus balcones, en Santiago la elección de la Praza do Obradoiro para la misa de Ratzinger impide cualquier tentación de negocio en el sector terrazas. No siendo en el Hostal, donde los huéspedes sí podrán asistir a la celebración desde algunas ventanas, los demás inmuebles que cierran el espacio (catedral, pazo de Raxoi y San Xerome) están reservados para la organización y la prensa (de momento hay ya más de 1.200 periodistas y cámaras acreditados).

A esa hora, la del comienzo de la misa, las cuatro y media de la tarde, repicarán a la vez todas las campanas de la diócesis (1.070 parroquias, además de otros templos). También lo harán, según la orden difundida hace unos días por el Arzobispado, a las 11.30 horas, cuando aterrice el avión de Benedicto XVI. Estas mismas iglesias dedicarán a la visita papal todo lo que recauden con el cepillo el fin de semana que viene para contribuir a unos gastos millonarios que, de momento, se desconocen. Sólo la Xunta ha anunciado un desembolso de tres millones, y ni la Iglesia ni el Gobierno central se han pronunciado.

Pero mientras los hosteleros y muchos particulares tienen sus esperanzas puestas en el 6 de noviembre, los comerciantes del casco histórico se temen lo peor: que, por razones de seguridad, les obliguen a cerrar sus locales ese sábado. El Ayuntamiento prevé reunirse con ellos "en los próximos días", pero no suelta prenda de lo que les va a anunciar.