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El alcalde de Gondomar ejercerá a tiempo parcial

El alcalde tránsfuga de Gondomar, Martín Urgal, ejercerá el cargo a tiempo parcial a partir de la próxima semana, en que se reincorporará a su puesto en Caixanova, lo que podría complicar aún más la gestión del Ayuntamiento, sometido a un mandato traumático desde antes de la moción de censura que echó del gobierno local al BNG para reemplazarlo por tránsfugas del PP y del PSOE y marcado por las condenas judiciales al anterior alcalde, Carlos Silva, y a dos de sus concejales, los tres del PP.

La renuncia de Urgal a la dedicación exclusiva que le corresponde como regidor está relacionada con el proceso de fusión de las cajas de ahorros y su necesidad de preservar derechos laborales que de otro modo podría perder, aunque en su renuncia también incide su salud y la complicada situación política del Ayuntamiento, según han destacado fuentes municipales. De hecho, Urgal ha permanecido de baja por enfermedad durante gran parte de los 15 meses transcurridos desde la moción de censura que le llevó a la alcaldía. En esos periodos, le ha sustituido el ex socialista Alfonso de Lis, convertido en primer teniente de alcalde tras la censura y concejal de Urbanismo, quien ha llevado el peso del gobierno local y quien parece llamado a hacerlo en adelante, ya que Urgal sólo comparecerá en el ayuntamiento por las tardes.

Sin centro de salud

De Lis, que cuando estaba en la oposición no aceptó la redacción de un nuevo plan general ni la delimitación de núcleos que proponía el BNG, se ha mostrado eufórico recientemente con el "hallazgo" de aplicar las normas subsidiarias de 1991 para retomar la concesión licencias urbanísticas (paralizada desde hace cinco años) en 93 núcleos delimitados entonces y hasta que se apruebe un nuevo plan general.

Las licencias que podrán conceder en esos núcleos delimitados, según reconocieron los concejales del Gobierno en el pleno municipal celebrado ayer, serán muy pocas. A su vez, se suspenden las relativas a edificación y rehabilitación en el centro de la villa, lo que, como primera consecuencia, según destacó el BNG, impedirá construir el nuevo centro de salud en el suelo urbano consolidado de ese área. Eso incumple un compromiso del gobierno anterio, recogido en un convenio que firmó con la Consellería de Sanidade, de facilitar licencia de obra y sin costes para la Xunta.

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