El PP apura los plazos
En el mundo de la política hay muchos juristas. En la dirección del PP, el porcentaje supera la media. Y los pocos que no lo son, se están convirtiendo, gracias al caso Gürtel, en expertos en derecho procesal. Las únicas preguntas que importan en el PP, las que se repiten los dirigentes, dependen precisamente de este área: ¿dará tiempo a que Camps se siente en el banquillo antes de las elecciones? ¿Lo imputarán por cohecho propio antes de que lleguen los comicios?
Prácticamente todos los dirigentes tienen claro lo que hay detrás del caso. Por un lado, un presidente se dejó regalar al menos 12.000 euros en trajes por unos amigos a los que dio siete millones de euros en contratos públicos. Nadie en el PP cree que Camps se llevara dinero, no le ven como un corrupto, pero sí está asumido que dio trato de favor a sus amigos.
Por otro lado, está la financiación ilegal. Los más informados creen que el caso puede acabar mal, con imputaciones a varios dirigentes del PP. Pero, de nuevo, la clave son los tiempos. Mariano Rajoy parece haber tomado la firme decisión de no hacer nada mientras la justicia no impute a Camps u otros por cohecho propio y otros delitos. El cohecho impropio por el que ya está imputado, con una resolución unánime de cinco jueces del Tribunal Supremo, está asumido.
Y si Rajoy no hace nada, nadie va a hacer nada. Así que el PP, y en especial Federico Trillo, que anoche recibió un homenaje en Benidorm, se concentra en dilatar el proceso todo lo posible -gracias al recurso fallado ayer ha logrado cuatro meses de parón, y eso que el informe policial sobre el que se basa todo es de julio de 2009.
Si consiguen retrasarlo lo suficiente, Camps se presentará a las elecciones. Y después de ganar, todo será diferente, dicen en el PP. De nuevo la doctrina, ya aplicada en el caso Fabra, que las urnas absuelven a los políticos. Aún así, muchos dirigentes cercanos a Rajoy están cada vez más convencidos de que hay que limpiar el PP de la Comunidad Valenciana. Lo único que queda es saber cuándo hacerlo.
De momento, con las encuestas a favor y un gran optimismo interno, se limitan a ganar tiempo. Ayer la dirección nacional insistió en destacar que "no hay nuevas imputaciones para Camps ni ningún aforado", y que el caso se envía a Valencia "por razones estrictamente territoriales". Mientras, Ángel Luna, portavoz socialista en las Cortes valencianas, sentenció: "A partir de ahora, dejamos de hablar de los famosos tres trajes, que no eran tres, y hablamos de prevaricación, cohecho, delito electoral y malversación".
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