¿Más problema que solución?
Artur Mas, por su talante y forma de ser, es uno de los políticos que suscitan admiración. Pero parece que, en la nueva situación política y de cara al futuro, está ensayando una política más independentista para Cataluña. Da la impresión que se aparta de la realidad histórico-concreta de Cataluña y ese querer dar cauce a un viejo anhelo de Cataluña, roza más la ilusión que la realidad. Sea como sea, las urnas dirán si va o no por buen camino.
Sin embargo, la admiración por Artur Mas queda desconcertada por los siguientes hechos: en 2006, Artur Mas se comprometió ante notario a no pactar jamás con el PP. En Julio de 2010, el parlamento catalán por 68 votos contra 55 (32 de ellos de CIU y uno de Mas), prohíbe las corridas de toros. En agosto de 2010, a los pocos días de esa prohibición, CIU con Mas a la cabeza, blindó los correbous comprometiéndose a darles continuidad legal en una serie de municipios catalanes. De cara a las nuevas elecciones, ha manifestado que, de no alcanzar la mayoría, está dispuesto a negociar alianza con el PP. Recientemente en un mitin ante más de 600 personas, les dice: "Prometa lo que prometa Zapatero, no le creáis, sus promesas caducan como el yogur".
¿Pueden sus electores aplicarle estas mismas palabras a usted, señor Mas?