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Largas colas para votar en Venezuela

El Gobierno de Chávez confía en que la alta participación refrende su política - Los logros del presidente se ven frenados por el caos en la Administración

La escena no tiene desperdicio. Transcurrió en la víspera de la jornada electoral, en el palacio de Miraflores, sede de la presidencia de Venezuela. Hugo Chávez, vestido de militar, con una camiseta roja bajo la guerrera verde oliva y rodeado de sus ministros, se dirige en tono relajado a un numeroso grupo de partidarios. A una señora le regala una tableta del muy sabroso chocolate venezolano, a otra le promete conseguirle una vivienda y a una tercera le garantiza un año de combustible gratis para su vehículo. Al fin, llama al entarimado a un joven que dice trabajar como documentalista. "¿Y tú tienes casa?", le pregunta Chávez al muchacho. "Sí", responde, "me la regaló el Gobierno". Sorprendido, el presidente de Venezuela le comenta: "Supongo que lo que quieres decir es que te la hemos vendido a muy bajo precio, ¿no es así?". La sincera respuesta del joven resume muy bien lo que está pasando en Venezuela: "Sí, la tengo que pagar, pero llevo viviendo en la casa desde hace tres años y nadie se pasó a cobrármela...".

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Sanidad para los que nunca tuvieron, colegios para los niños que, de haber nacido décadas atrás, jamás hubieran sabido qué significa un pupitre, vales para comprar alimentos a quien, de no ser así, tendría que verse condenado a la mendicidad o la inanición... Hasta los antichavistas más furibundos no tienen más remedio que reconocer que la revolución socialista y bolivariana de Hugo Chávez ha logrado en sus 11 años de gobierno conquistas sociales jamás conocidas en Venezuela.

Conquistas que, sin embargo, la mala organización está lanzando al precipicio. "En el hospital público donde yo trabajo", explicaba ayer una doctora junto a un colegio electoral de un barrio acomodado de Caracas, "el Gobierno compró un instrumental buenísimo y muy necesario, pero ahí sigue, abandonado por falta de profesionales sanitarios que lo puedan utilizar". Se trata de un ejercicio aleccionador y fácil de hacer por las calles de Caracas. Solo hay que conversar con los venezolanos que aguardan en las colas que rodean los centros de votación. El presidente Chávez y las autoridades del Consejo Electoral aseguraron ayer que la participación en las elecciones parlamentarias puede ser alta. El mandatario animó a sus compatriotas a acudir a votar y comparó la, a su juicio, alta afluencia a las urnas con la elevada abstención de otras convocatorias.

Se trata de ver hasta qué punto los más acérrimos opositores de Chávez son capaces de reconocerle algún destello de buen gobierno, un punto a su favor. Y sí, después de hablar del tremendo problema de la violencia y de la inflación asfixiante, los opositores no tienen más remedio que reconocer que, por primera vez en la historia de Venezuela, los hijos de los desheredados están llegando a la universidad. "Pero a los seis meses, la mayoría abandona", desvela Magali, profesora universitaria. Los logros de la revolución y su incapacidad para llevarlos a buen puerto. La realidad cotidiana, ni blanca ni negra, de Venezuela.

[La jornada electoral concluyó en paz. La mayoría de los centros de votación cerraron a las seis de la tarde (seis horas y media más en la España penínsular), aunque algunos tuvieron que permanecer abiertos hasta que las personas que hacían cola pudieron ejercer su derecho. La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, destacó que el sistema funcionó perfectamente y recordó a los medios de comunicación la prohibición de difundir cualquier tipo de resultados que no sean los oficiales. Lucena felicitó a los venezolanos por su comportamiento: "Hemos dado al mundo una gran lección de civismo. Hemos votado en paz, tranquilidad y alegría. Ya solo queda esperar a los resultados haciendo gala de la misma actitud". Tanto los representantes del Partido Socialista Unido de Venezuela -el partido del presidente Hugo Chávez- como los de la oposición agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) comparecieron apenas unos segundos después del cierre de las urnas para llamar a sus seguidores a mantener la calma].

El presidente venezolano, Hugo Chávez, ayer en el momento de depositar su voto en Caracas.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, ayer en el momento de depositar su voto en Caracas.EFE

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