El rancho de Bush o la silla del G-20
Al final, nuestros gobernantes se venden por aparentar ser importantes en la escena internacional. Aznar pagó sus visitas al rancho de Bush con la foto de las Azores y Zapatero agradece que Sarkozy le "metiera" en el G-20 apoyándole en el atropello de las leyes comunitarias que supone la expulsión de los gitanos. ¿Cuándo se darán cuenta de que no les invitan a sus fiestas por su gracia y desparpajo?
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.